La compañía catalana Happy Pills, especializada en la venta de golosinas en frascos a modo de medicina, ha dado un giro a su negocio que pasa por primar la expansión internacional. Tras el cierre de tres de sus cinco tiendas en Barcelona, la empresa ha reenfocado su estrategia en busca de mercados más golosos, como Asia y América, donde está a punto de abrir un nuevo local.
Después de que en los últimos meses los resultados no fueran los esperados, la compañía, con sede en Badalona (Barcelona), ha cerrado los corners de los centros comerciales de L’Illa Diagonal y Glòries, así como el establecimiento de la calle Argenteria. En el resto de España, además de los locales de la capital catalana, la firma cuenta con otro en Bilbao.
Presencia en Corea del Sur
A comienzos de 2018, la empresa anunció el objetivo de alcanzar las 50 tiendas abiertas en todo el mundo para 2020. No obstante, por el momento el número permanece estancado en la treintena, siendo Corea del Sur el principal mercado con hasta 16 locales, según la web de la compañía, de las que cinco se hallan en Seúl.
Ahora, poco más de un año después y a raíz de la caída de las ventas en España, la firma ha confirmado a este medio que ha emprendido un “cambio de estrategia” que pasa por “dirigir todos los esfuerzos hacia la expansión internacional”. Al mercado coreano se une la reciente apertura de una tienda en Canadá, mientras que está a punto de estrenar otra en Boston.
Expansiones pendientes
No obstante, la empresa de chucherías no ha detallado en qué punto se encuentran los acuerdos para expandirse a Suecia, Austria y Jordania, de los que informó el año pasado.
La firma acabó 2017, último año conocido, con una facturación de 1,4 millones de euros. Asimismo, a inicios de 2018 realizó una ampliación de capital de 157.000 euros para liquidar un préstamo bancario. La operación fue suscrita por el fundador y propietario de la firma, Domingo Ojeda.