La firma de Barcelona La Puta Suegra organiza eventos de lujo que, lógicamente, no son baratos, aunque sus protagonistas son casi siempre rostros populares que pueden pagarlos sin problema, como Pilar Rubio y Sergio Ramos, que confiaron su boda a este empresa el pasado 15 de junio en Sevilla.
También el influencer Pelayo Díaz y Andy McDougall pusieron su enlace en manos de La Puta Suegra, al igual que hicieron Elena Tablada, expareja de David Bisbal, y su nuevo amor, Javier Ungría; el futbolista Mikel Balenziaga y su chica, Nerea, o el hermano del fundador de Tesla, Elon Musk, que igualmente apostó por esta empresa catalana, que preparó su enlace nada menos que en el yacimiento grecorromano de Empúries, en Girona, porque "La Puta Suegra es experta en crear eventos diferentes y en puestas en escena para todo tipo de saraos".
Desembarco en Estados Unidos
Pero a La Puta Suegra, que ya es la empresa líder en celebraciones de eventos de lujo en España, parece habérsele quedado ahora pequeña Barcelona, donde tiene su sede, y también el resto del país, puesto que se ha lanzado a su expansión internacional apostando por la ciudad de Nueva York, después de que desde dos agencias de marketing apuntaran a sus responsables que era factible triunfar también asentándose en la Gran Manzana.
Por ello La Puta Suegra se va a instalar en la ciudad norteamericana de la mano de sus dos grandes responsables, Marta Gilabert y Josep Plana, que está tan ilusionado con la idea que no para de anunciar la inminente expansión de la compañía en su cuenta de Linkedin. Ambos huyen del concepto clásico de las bodas e idean celebraciones diferentes respetando los gustos y exigencias de sus clientes, pero sorprendiéndoles siempre con notas de creatividad que ya son la seña de identidad de esta compañía que, como ya ha puesto en marcha algunos proyectos internacionales con éxito, se ha animado a lanzarse a vender sus ideas para eventos en un mercado aún enigmático para este sector como es el de Estados Unidos.
Un nombre complicado
La Puta Suegra es un nombre complicado porque, además de que de por sí puede ofender a algunas personas, lo penalizan todos los buscadores de internet por incluir una palabra malsonante. Pero su andadura no entiende de penas, al contrario. Marta y Josep fundaron esta empresa en Barcelona en octubre de 2015. Este mes cumple cuatro años y desde entonces todo han sido buenas noticias para la firma barcelonesa especializada en crear eventos singulares y bodas exclusivas, que en tan poco tiempo se ha convertido en referencia.
La empresa fija sus precios entre los 18.000 euros y los 25.000 euros según el tipo de evento y el aforo: hasta 100 invitados, entre 100 y 300, entre 300 y 500 o más de 500 invitados. Pero lo cierto es que determinados eventos pueden dispararse hasta mucho más que esas cantidades. De hecho, el presupuesto de decoración lo anuncian “a partir de 50.000 euros”. Sin embargo, los que confían en La Puta Suegra no suelen escatimar en gastos. La forma de pago pasa por entregar 8.000 euros + IVA en el momento de la contratación del evento en concepto de reserva de fecha, y el resto se abona en dos plazos, pero antes de un mes de la fecha de la celebración la boda ha de quedar completamente pagada. Eso otorga un margen de maniobra amplio a los organizadores, que cobran el evento por adelantado y en teoría pueden emplear lo ingresado para materializarlo.
Apuesta por la excelencia
"¿Os casáis? Aquí es donde nos ponemos serios... Tu suegra estará más pesada que nunca y lo sabes... Pues sí, desde La Puta Suegra os ayudaremos en todo. Nosotros somos metódicos, ordenados, creativos, buscamos la excelencia, valientes, y os haremos una boda redonda". En La Puta Suegra llevan a cabo eventos y bodas de cualquier tipo: “religiosas” sea cual sea la religión, “civiles, simbólicas, al aire libre o en el extranjero”. La empresa se encarga de toda la coordinación de la celebración y presume de diseñar eventos y bodas “realmente diferentes, auténticas”. Aseguran que son “especialistas en jugar fuera de casa” y que pueden producir y organizar una boda “en medio de la nada”.
A diferencia de otros negocios, donde de lo que se trata es de aumentar el volumen de producción y así los ingresos, La Puta Suegra ha apostado por la excelencia, por cuidar a un reducido número de clientes y eventos. Así, el número de actos que realizan cada año ha ido reduciéndose para poder dar rienda suelta por completo a su imaginación en eventos seleccionados. La empresa, que dispone de 12 empleados fijos que pueden ser muchos más en determinadas celebraciones de gran calado, cuenta con 280 solicitudes para hacer realidad eventos en 2020, pero solo se encargarán de organizar una veintena.
Confidencialidad por bandera
La Puta Suegra afirma que sus propios clientes nunca conocen el 70% de lo que va a ocurrir en su propio evento. Pagan para que les sorprendan con lo mejor, para lo cual hay que confiar por completo en los organizadores. Por ello lo primero es crear un vínculo que permita la complicidad entre clientes y organizadores, dentro de una empresa que además garantiza la completa confidencialidad del sarao y preserva a conciencia la identidad de sus asistentes.
La compañía salvaguarda la confidencialidad del lugar escogido para el evento, de los asistentes y de los propios protagonistas si así lo desean. Es más, es habitual que en las celebraciones de La Puta Suegra se requisen los teléfonos móviles de los invitados para que no puedan filtrar ni un detalle, como ocurrió en el enlace de Pilar Rubio y Sergio Ramos. También trabajan bajo esa premisa para empresas y realizan actos de carácter corporativo.
“Adopta una suegra”
Otra de las peculiaridades de esta empresa es la Fundación La Puta Suegra, “un proyecto sin ánimo de lucro desarrollado por el equipo de La Puta Suegra dirigido a personas mayores con Alzheimer”. Gracias a él, la empresa exige que “cualquier empresa, cliente, partner que quiera contratar los servicios de La Puta Suegra, tiene que participar en el proyecto Adopta una suegra”.
La participación consiste en una donación económica que se destina íntegramente a una de las asociaciones españolas que investigan la enfermedad del Alzheimer, aunque esto es algo en lo que deberán trabajar aún los directivos de la empresa, ya que aseguran que “de momento, NO hemos podido reunir la suficiente dotación económica y cumplir con todos los requisitos para convertir La Fundación La Puta Suegra en un proyecto legal y oficial como un ente fundacional con todo lo que comporta”. Pero no desesperan: “Mientras lo conseguimos, nuestra misión y fines fundacionales los mantenemos para seguir recaudando dinero para donarlo anualmente a una organización oficial”.
El objetivo de La Puta Suegra es elevar la diversión y la originalidad de la fiesta a la máxima potencia y asegurar la privacidad de quienes se la encargan. En cuatro años han arrasado en España y ahora comprobarán si son capaces de hacerlo también desde Nueva York, trabajando con un mercado muy diferente y todavía por descubrir como es el estadounidense.