Todos los interesados en tomar posiciones en la gestora de aparcamientos Saba han completado la primera fase de la venta de la compañía. Criteria ha recogido esta semana las ofertas no vinculantes, las propuestas iniciales de las sociedades que quieren participar en la operación en ciernes. Tras dar este paso, empezará en breve a planear la próxima fase del proceso.
Será entonces cuando el consejero delegado de Saba, Josep Martínez Vila, realice una ronda de presentaciones internas en que dará información de la empresa a los grupos que hayan cursado una manifestación de interés inicial. Las management presentations ya están listas y se iniciarán en las próximas semanas, ya que el interés del holding de inversiones de la Fundación Bancaria La Caixa es completar la venta antes de que termine el año en curso, tal y como recuerdan fuentes del sector.
Operación abierta
Por ahora, desde Criteria no se ha dado ninguna directriz sobre el tipo de operación que quiere cerrar. Los mismos interlocutores señalan que las puertas están abiertas tanto a fondos de inversiones que persiguen la rentabilidad de la gestora de aparcamientos, ya que sus beneficios brutos (Ebitda) son de los más interesantes del sector en relación a su tamaño --106 millones de euros por 384.572 plazas al cierre de 2018--, como a otros competidores del sector interesados en una integración industrial. De hecho, otras fuentes del mercado afirman que se han presentado manifestaciones de interés de ambos perfiles.
Criteria tampoco ha definido qué porcentaje máximo de Saba está dispuesta a enajenar. La holding presidida por Marcelino Armenter considera desprenderse de hasta el 100% de la gestora de aparcamientos y al mismo tiempo deja la puerta a mantener una posición minoritaria en el accionariado del grupo resultante. Lo único claro para el sector es que no resulta sostenible en el tiempo retener el 99,5% de la propiedad.
Valoración del grupo
El holding, que se apoya en el proceso en AZ Capital de Jorge Lucaya, ha declinado hacer ningún comentario sobre la operación. Mantiene el mismo perfil bajo que tomó a finales de abril, cuando salió a la luz que quería hacer caja con Saba. Las previsiones más optimistas han llegado a valorar al grupo en 1.200 millones de euros, aunque desde el mercado se advierte de que su valor real está por debajo de esta cifra.
La cuenta de resultados que presentó en la junta de accionistas de mayo está saneada y los accionistas (Criteria) se repartieron otros 20 millones de euros de la partida de reserva de prima de emisión, pero los beneficios netos llegan a los 6,5 millones. Es un grupo pequeño si se compara con otros gigantes del sector, aunque esté presente en nueve países y emplee a más de 2.300 personas. Su futuro se definirá en los próximos tres meses.