DIA ha registrado ventas por valor de 3.400 millones de euros en el primer semestre de 2019, lo que unido a los datos de julio y agosto, ponen de manifiesto una recuperación gradual de la multinacional española. La pérdida neta atribuible a DIA ha sido en este plazo de 418 millones debido a varias circuntancias, como son el despido colectivo efectuado en España y otras medidas de recorte de plantilla en Brasil para mejorar la productividad, los muy elevados niveles de falta de stock en los establecimientos del grupo, el cierre de 663 tiendas deficitarias con una contribución negativa permanente, el traspaso de tiendas franquiciadas a propias, que ha afectado inicialmente a 222 establecimientos con el objetivo de mejorar y reforzar la red de franquicias; un plan de optimización del surtido comercial para lograr una reducción significativa del número de referencias a fin de eliminar la complejidad y mejorar las operaciones; la interrupción de actividades no estratégicas para reducir la complejidad y mejorar la eficiencia, y el reconocimiento de devengos, pérdidas o bajas contables de cuentas a cobrar, riesgos y pasivos que había que provisionar

La evolución del negocio de DIA a partir del segundo trimestre, ya con la nueva dirección, además de la inyección de liquidez de junio, han contribuido a acercarse a la prioridad inmediata de normalizar la relación con los proveedores, eliminar las faltas de stock y abastecer completamente las tiendas y almacenes, ahora de nuevo preparados para dar un servicio completo a los clientes y para volver a la normalidad lo antes posible.

Normalización positiva

El efecto positivo de esta normalización se ha traducido en buenos resultados también durante los meses de julio y agosto. En este periodo, las ventas comparables muestran una recuperación gradual y significativa desde los mínimos históricos registrados en junio (-15,5%). Así, DIA tiene la intención de seguir apoyando y promoviendo esta recuperación inicial de las ventas a través de iniciativas en ámbitos como el área comercial, operaciones y logística, con el objetivo común de impulsar el incremento de clientes en sus tiendas, mejorar las ventas y la productividad.

En este sentido, “la nueva dirección de DIA es plenamente consciente de la exigente situación” y “el equipo tiene los conocimientos y la experiencia para poner el negocio de nuevo en marcha y continuar tomando las medidas necesarias para situar a DIA en una posición de fuerza y lograr el éxito a largo plazo”, señala con optimismo Karl-Heinz Holland, consejero delegado del Grupo DIA, que añade que “todos los días habrá mejoras y cambios, lo que llevará algún tiempo”.

Fondo de maniobra sólido

La multinacional asegura que cuenta ahora con un cashflow estable y un fondo de maniobra sólido, combinado con una clara estructura de capital, liquidez y un equipo de gestión capacitado para fortalecer su balance financiero. Por ello, los mayores impactos en el EBITDA Ajustado, que suman 88,8 millones de euros, se refieren a los esfuerzos de liquidación de existencias y a las amortizaciones de cuentas por cobrar. El resultado inmediato de estas actuaciones es un balance más fuerte y saludable, que lleva a los gestores de la compañía a atisbar un futuro prometedor.

DIA remarca la efectividad de la refinanciación de las líneas existentes, las nuevas líneas de financiación obtenidas, los préstamos con participación en beneficios y los futuros ingresos procedentes de la ampliación de capital prevista, que implican la eliminación de la causa de disolución por pérdidas. La estructura de capital viable a largo plazo y la solución a las necesidades de liquidez de la misma sientan las bases para el cambio exitoso del negocio, después de la refinanciación y el pago de los bonos completado en julio.

Despidos en El Árbol

En marco ya se anunció la discontinuación del negocio cash & carry, por lo que la compañía ha iniciado un proceso de despido colectivo para su filial Grupo El Arbol Supermercados y Distribución, S.A, que afecta principalmente al cierre de las tiendas Max Descuento y que podría afectar a un máximo de 210 empleados.

Con una estructura de capital sólida a largo plazo, unos recursos disponibles de hasta 800 millones de euros y el pleno apoyo del accionista de referencia, la compañía está totalmente preparada para afrontar los desafíos, remarcan desde la dirección de DIA.