Cada vez hay menos sucursales bancarias en España. En solo diez años, y según datos del Banco de España, han caído un 43%. Actualmente existen apenas 26.000 oficinas en todo el territorio, una cifra que no para de descender.
En las últimas semanas algunos de los bancos más importantes del país han hecho públicos sus planes que apuntan hacia la desaparición del dinero en efectivo. El BBVA tiene planeado seguir cerrando oficinas, y a partir de septiembre sus clientes ya no podrán sacar dinero, hacer ingresos o pagar impuestos o multas en éstas, pues solo se podrán realizar estas operaciones a través del cajero automático, sin interlocución con los empleados.
Todo esto, además de estragos para las personas más mayores, pobres o en exclusión social que no se manejan bien con las nuevas tecnologías o no tienen acceso a ellas, va a acarrear despidos en el sector. De hecho, el Banco Santander anunció en junio que previsiblemente prescindirá de alrededor de 3.700 empleados en los próximos meses. Estas reducciones de plantilla son consecuencia directa de la digitalización de los trámites bancarios.
La extinción de las oficinas y sucursales seguirá su curso. De hecho, en Europa hay una oficina por cada 2.278 habitantes mientras que en España el ratio es de 1.694, según el Banco Central Europeo (BCE), por lo que todo apunta a que se intentará igualar la cifra a la de los vecinos europeos.
La pregunta es, ¿esto nos conviene? ¿Quién gana realmente con la desaparición de los cajeros y sucursales bancarias? ¿Quién está detrás de todo esto?
Quién está detrás de la desaparición de las sucursales en España
La desaparición de oficinas bancarias ya se está cobrando sus primeras víctimas. La población española que actualmente no tiene acceso a oficinas bancarias o a puntos de acceso al dinero en efectivo es ya superior al 2%. Y, lo que es más grave, se estima que en 2025 aproximadamente el 5% de la población española no podrá acceder al papel moneda, lo que dejará a tres millones en grave riesgo de exclusión financiera, según el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
¿A quién beneficia todo esto? El gran ganador con la desaparición de las oficinas bancarias y cajeros no es un banco en concreto ni ninguna caja, es el sistema financiero en su totalidad.
El mundo al que nos dirigimos, en el que el efectivo parece no tener cabida, incrementará drásticamente el poder del sistema financiero
El estudio del mencionado Instituto alerta de los peligros de la reciente tendencia instalada en buena parte del sistema financiero de impulsar la eliminación del dinero en efectivo y su sustitución por medios de pago electrónicos, un negocio concentrado en un oligopolio que mueve cifras astronómicas.
El mundo al que nos dirigimos, en el que el efectivo parece no tener cabida, incrementará drásticamente el poder del sistema financiero, el mismo sistema que nos llevó a una tremenda crisis en 2008 debido a su mala praxis, y que tuvimos que pagar todos con los rescates bancarios.
Si dejamos que la banca siga su curso cerrando sucursales y eliminando los cajeros, le estamos dando un poder enorme, lo que dejará al Estado y a la ciudadanía indefensos
Si dejamos que la banca siga su curso cerrando sucursales y eliminando los cajeros, le estamos dando un poder enorme al sistema financiero, lo que "dejará al Estado y a la ciudadanía inermes", señala el estudio.
"Una sociedad sin efectivo es un riesgo evidente, pero es imperativo poner en marcha todo tipo de actuaciones para que un porcentaje significativo de la población no quede fuera del sistema financiero. Las consecuencias serán irreparables", señaló Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, en un foro celebrado hace una semana.
El sistema financiero es quien está detrás
La misma línea que el mencionado estudio es la que siguen numerosos expertos, como el exbróker Brett Scott. El periodista de The Guardian, que acaba de publicar un libro en España (Hackeando el futuro del dinero), es bastante claro: "El pago digital, en el que es necesaria la actuación de varios intermediarios, tiene graves consecuencias que favorecen el dominio de las empresas financieras transnacionales, de cuyo poder e influencia es imposible escapar", detalla. Es decir, si desaparece el efectivo, el sistema financiero controlará todo lo que hacemos, cada cuánto, cuándo y dónde.
Si desaparece el efectivo, el sistema financiero controlará todo lo que hacemos, cada cuánto, cuándo y dónde
Scott alerta de cómo se está fomentando en la población el uso del pago digital a través de diferentes estrategias que lo presentan como una opción más, pero que omiten que, a largo plazo, la paulatina desaparición del acceso al efectivo traerá consecuencias nefastas para todos.
"Sin efectivo seremos súbditos del sistema financiero"
Ante este panorama, Scott apuesta por el pago en efectivo como una forma de escapar a esta gentrificación del pago y a las consecuencias negativas. Una solución por la que también aboga el reputado economista español Juan Manuel López Zafra, quien explicó recientemente en sus redes sociales por qué es peligroso que desaparezca el efectivo.
En el momento que se prohíba el efectivo, "el banco podrá cobrarnos lo que les dé la gana por mantener un dinero que estaremos obligados a entregarles
"El problema no está en los pagos. El problema está en el ahorro. (…) En el momento que se prohíba el efectivo, "el banco podrá cobrarnos lo que les dé la gana por mantener un dinero que estaremos obligados a entregarles. Como no hay una barrera protectora (sacar el efectivo de la cuenta), tendrán vía libre. El día que prohíban el efectivo, los bancos centrales tendrán vía libre para probar cualquier tipo de política monetaria aún más represiva. (...) Tipos negativos sin límite hacia abajo", detalla.
Los bancos aún no han llevado a cabo este plan porque aún tenemos efectivo. "El día que el efectivo desaparezca, los banqueros centrales –aconsejados por sus economistas de cabecera (los que llevan años tratando de transformar la fe en dinero, provocando crisis tras crisis)– arrasarán con sus ahorros. Y, ese día, la democracia habrá vuelto a perder. Porque pasaremos a ser súbditos, definitivamente", finaliza.
El día que el efectivo desaparezca, los banqueros centrales arrasarán con todos nuestros ahorros. Y ese día la democracia habrá vuelto a perder porque pasaremos a ser súbditos
Por si quedaban dudas, todo parece indicar que no nos conviene a ninguno que el sistema financiero siga con sus planes de extinguir cajeros y sucursales bancarias, pues su objetivo último es que desaparezca todo el efectivo, obligándonos a utilizar únicamente pagos digitales.