Iberia ha abierto la comisión de ocupación estatal para abordar las demandas laborales que reivindica el personal de tierra del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Acepta de este modo una de las principales demandas del comité de empresa que convocó los paros en la infraestructura el pasado fin de semana y que amenazan con más protestas en agosto.
La compañía ha superado la primera fecha límite que le había marcado el comité de empresa, controlado por UGT de Cataluña. Pero reitera que la negociación debe ser efectiva y con cambios que se noten para estabilizar el empleo en la base, su principal demanda.
Demandas laborales
Exige que se transformen los contratos fijos a tiempo parcial a fijos a tiempo completo, hecho que rebajaría la presión que aseguran que deben soportar los trabajadores y que se transforma en una cantidad ingente de horas extraordinarias. Además de incorporar los 400 empleados eventuales que están en una plantilla de poco más de 1.000 personas.
La medida ha sido aplaudida por la Generalitat, aunque el secretario de Trabajo, Josep Ginesta (ERC), ha afeado que no se hubiera dado el paso antes para evitar el caos que se vivió en El Prat el fin de semana pasado. “No era tan complicado abrir la comisión”, ha manifestado en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Investigación del Síndic
Cabe tener en cuenta que el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha abierto una investigación de oficio para analizar la actuación de las Administraciones para evitar las incidencias, retrasos y cancelaciones de vuelos que se vivieron durante las jornadas de paro. Ya ha cursado una petición de información ante la Agencia Catalana de Consumo; la consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias; la Delegación del Gobierno en Cataluña y Vueling, la aerolínea que opera más vuelos desde El Prat.
El optimismo que se ha generado con este anuncio para evitar nuevos problemas con el personal de tierra del aeropuerto no se da en la otra gran crisis laboral que está abierta en la base. La primera negociación entre Trabilsa y los representantes de los vigilantes privados de los filtros de seguridad, la conciliación mediada por la Generalitat, ha acabado sin éxito.
Huelga de vigilantes
Las partes se han emplazado a reunirse de nuevo el miércoles con propuestas para acercar posiciones y evitar la huelga indefinida que empezará el viernes 9 de agosto. Todo ello, mientras el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) analiza las medidas cautelares solicitadas por la compañía para evitar los paros. Básicamente, que se declaren ilegales.
Ginesta reconoció este viernes que la judicialización no ayuda a intentar un pacto, aunque se posicionó al lado de la compañía ante las demandas de los trabajadores. Asegura que las condiciones laborales de los empleados de Trabilsa “no son las mismas” que se establecían en el laudo arbitral de 2017, reconoce que se han mejorado. Con todo, mostró la voluntad del Govern de proseguir con la mediación del diálogo para evitar la huelga.