La empresa que opera los filtros de seguridad del aeropuerto de Barcelona-El Prat, Trablisa, ha anunciado este jueves que recurre a los juzgados de lo Social para intentar frenar la huelga indefinida que los trabajadores han convocado a partir del viernes 9 de agosto. La compañía asegura que esta decisión es “desproporcionada e inaceptable”.
También ha instado un conflicto colectivo ante la Generalitat. En este caso, también alega a una “ruptura de la buena fe en la negociación”. Asegura que la compañía se ha mostrado dispuesta a negociar en todo momento con los trabajadores y que ha cumplido con todos los compromisos adquiridos.
Pactos anteriores
Sus portavoces mantienen en un comunicado que los vigilantes del filtro de seguridad han llamado a una “huelga novatoria expresamente prohibida en el ordenamiento jurídico”. Detallan que la protesta laboral pretende “alterar dentro del periodo de vigencia” lo que se ha pactado en el convenio colectivo o lo establecido en el laudo arbitral que se consiguió el 31 de agosto de 2017 como respuesta a la huelga que tuvo lugar ese verano.
Señala que esas protestas estaban dirigidas contra la anterior adjudicataria del servicio (Eulen) y destaca el punto 9 del documento. En él, se especifica que “ambas partes no podrán adoptar medidas de conflicto o huelga relacionadas con las materias del objeto del laudo”.
Mejoras para el personal
En cuanto al convenio colectivo del sector, que se firmó en junio de 2018, recoge los pluses que deben percibir los trabajadores de los aeropuertos. El otro documento que ponen sobre la mesa es el acuerdo de desconvocatoria de huelga que se firmó en febrero y que evitó un colapso en el aeropuerto durante el Mobile World Congress (MWC). En él, se indica que “ambas partes pactan no adoptar medidas de conflicto y huelga, ni medidas de afectación individual o colectiva, sobre las materias tratadas”.
Todas estas protestas laborales, la actual y las anteriores, parten de la reclamación de mejoras de las retribuciones que recibe la plantilla en los momentos de mayor carga de trabajo, cuando tienen que añadir horas extraordinarias con facilidad, y de más mano de obra.
Huelga de julio
Trablisa recuerda ahora, a ocho días del inicio de los paros indefinidos, que en julio ya se intentó convocar una huelga para aumentar un euro cada hora trabajada. Este plus de productividad propició que fuera declarada ilegal.
Sobre los descansos de 10 minutos extraordinario por hora y los dos fines de semana libres al mes, la empresa alega que sobrepasa el convenio colectivo del sector pero que está dispuesta a negociar y que por ello se creó una comisión mixta que aún está activa; y el refuerzo de la plantilla considera que ya se ha dado. Trablisa señala que desde asumió el servicio se han incrementado en un 44% el número de trabajadores frente a un crecimiento de los pasajeros del 5,65%.
Desconvocatoria de la huelga
Por todo ello, reclama al comité de empresa que desconvoque la huelga “con la mayor brevedad posible” y que retome la vía del diálogo. “Evitando así incertidumbre y perjuicios a las personas que tienen previsto usar el Aeropuerto de Barcelona en este periodo, a los propios trabajadores de Trabilsa, a la economía y a la imagen de Barcelona como destino turístico”, concluye.
Serán los tribunales y el departamento de Trabajo de la Generalitat el que tenga la última palabra sobre la protesta laboral.