Transcurría con cierta normalidad la huelga de personal de tierra en el aeropuerto de El Prat… hasta que llegó el temporal. Las fuertes lluvias (con sus rayos y sus rachas de viento) que regaron Cataluña y, en especial, Barcelona, alteraron una jornada tranquila de paros, con retrasos y cancelaciones añadidas a las derivadas de las protestas de los trabajadores.
Las nubes descargaron con ganas sobre Barcelona ciudad sobre la una de la tarde del sábado, hecho que provocó que el aeropuerto detuviera su actividad durante poco más de media hora: ni despegues ni aterrizajes. Con anterioridad, y por motivos de seguridad, los controladores aéreos ya habían distanciado las salidas desde y llegadas a El Prat. Todo ello provocó retrasos generalizados, de hasta cinco horas, y la cancelación de varios desplazamientos que habían esquivado las afectaciones por la huelga de Iberia.
Noventa vuelos anulados el sábado
En concreto, fueron 32 los vuelos cancelados (la mitad, de Vueling, correspondientes a trayectos de ida y vuelta de San Sebastián, Ibiza, Mahón, Niza, Jerez, Palma y París) a causa de la climatología hasta las seis de la tarde, que se sumaron a los 62 anulados por la huelga de trabajadores de tierra. Uno de ellos, con destino Gambia, se anuló por la acumulación de retrasos, aunque el pasaje llevaba dos horas embarcado. Pero no solo eso: el temporal también provocó que hasta cinco aeronaves con destino Barcelona se desviaran a otros aeropuertos de la región (Girona y Reus).
Hasta que la lluvia trastornó el aeropuerto, la jornada de huelga había transcurrido con tranquilidad, ya que se cumplían los servicios mínimos y los viajeros afectados por las cancelaciones ya estaban avisados y buscaron alternativas. ¿Todos? No, todos no. Algunos de ellos se enteraron en la oficina de atención al cliente de que se quedaban sin viajar (las aerolíneas trataron de recolocar a todo el pasaje en esos casos), y denunciaron que no recibieron aviso alguno.
Sin embargo, con motivo de los retrasos empeoró la situación: los servicios mínimos terminaban a su hora y el siguiente turno daba prioridad a los vuelos puntuales, con lo que los viajeros afectados por las demoras tuvieron que esperar, además, un buen rato para bajar de los aviones y recoger las maletas.
Seguimiento de la huelga
Este domingo hay otros 73 vuelos cancelados por la huelga de trabajadores, seguida el sábado por un 80% de los trabajadores, según UGT, y por el 17,5%, según Iberia. Denuncian el “abuso de horas extraordinarias obligatorias” (más de 3.500 en 2018) y exigen una reorganización de los turnos. El lunes, el comité de empresa decidirá cómo sigue protestando.
El portavoz de UGT, Omar Minguillón, asegura que en el aeropuerto de Barajas hicieron cinco veces menos horas extra (700) que en el de Barcelona en el último año, y que allí hay 1.000 trabajadores más. También critica que solo la mitad de la plantilla tiene contrato fijo a tiempo completo, mientras que la otra mitad tiene contrato eventual. El conseller de Interior, Damià Calvet, ha pedido que se llegue a un acuerdo, sin olvidarse de los agravios comparativos.
Hasta 15.000 afectados
En todo el fin de semana, y considerando solo las anulaciones por los paros del personal, hasta 15.000 usuarios se han visto afectados por los 135 vuelos cancelados. El Ministerio de Fomento decretó el pasado jueves servicios mínimos del 100% de los vuelos domésticos con territorios no peninsulares, el 54% de los internacionales y el 32% de los peninsulares cuya alternativa de transporte sea inferior a cinco horas.
Se trata de una de las fechas clave del verano, con un millar de vuelos programados al día en El Prat.