De nuevo a la huelga. Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat de Barcelona irán a un paro indefinido a partir del 9 de agosto. Cuatro sindicatos llaman a dejar los puestos de trabajo de forma salvaje durante todo el día y sin fecha de regreso a los 500 empleados de los filtros de control del segundo mayor hub aéreo español. Son el mismo colectivo que causó el caos en la instalación cuando trabajaban para Eulen en 2017.
Dos años después y con un laudo de obligado cumplimiento en el recuerdo, los empleados han convocado una nueva protesta. Lo ha hecho la mayoría de la parte social, representada por Alternativa Sindical, SPS, STTS y Prou, que ya participó en la última protesta dos años atrás. En esta ocasión se ha descolgado de la movilización en pleno verano USO, que sí tomó parte en la que tuvo lugar en 2017 y que tensionó el aeropuerto hasta el límite. Cualesquiera que fueren los organizadores, las razones son muy parecidas a las del último conflicto: piden los vigilantes mejoras laborales y salariales.
Presión sobre Trablisa
La protesta indefinida de los vigilantes de seguridad de El Prat a partir del 9 de agosto llega después de que el comité de empresa del centro de trabajo de Trablisa en la instalación barcelonesa acusara a la empresa mallorquina de "irresponsable" por no haberse presentado, según ellos, a la última reunión de mediación hoy viernes, 26 de julio. Ello ha activado la huelga indefinida de 24 horas, que podría tener un grave impacto sobre la operativa del segundo mayor aeropuerto español.
Cabe recordar que la parte social de los 500 vigilantes de Trablisa pararán tras haber convocado otra huelga a principios de mes y haberla desconvocado, ya que el punto de conflicto, el pago de un plus de productividad que sí perciben vigilantes de otros aeropuertos de España pero no en Barcelona, se encuentra judicializado.
Plus por la carga física y descansos
Ahora, el colectivo de vigilantes irá a la protesta indefinida en pleno verano en demanda de un plus de un euro por hora trabajada por la "carga mental y física que soportan" por la afluencia continuada de pasajeros en los escáneres de control. Asimismo, exigirán los huelguistas que se les pague de nuevo el plus de aparcamiento. En materia de mejoras laborales, los empleados de los arcos de seguridad de El Prat reclaman también que se concedan descansos de diez minutos por hora trabajada y que se imparta formación a la plantilla, entre otras reivindicaciones.
José Fidel Gómez, representante en el comité de huelga por Alternativa Sindical, ha lamentado que los pasajeros "sufran los inconvenientes de una nueva huelga de seguridad con antecedentes fatídicos para los usuarios". El activista ha acusado también a la empresa que gestiona la contrata de "despreciar" a los trabajadores.