El beneficio neto obtenido por Sacyr en el primer semestre del año fue de 80 millones de euros, un 11% más en comparación con el mismo periodo de 2018. El ebitda (el resultado puro del negocio, sin tener presente las amortizaciones, los intereses por préstamos, los impuestos y las depreciaciones de activos) fue de 315 millones, con una mejora del 32%.
La compañía asegura que los resultados muestran el éxito de la estrategia de poner el foco en la rentabilidad, disciplina financiera y consolidación de lo que han sido siempre sus mercados estratégicos.
La calidad del riesgo
El ebitda de la división de Ingeniería e Infraestructuras creció a un ritmo del 70%, el de Servicios, al 26% y el de Concesiones avanzó el 17%. El 77% se obtiene de activos concesionales que tienen un bajo riesgo de demanda.
La rentabilidad de los negocios, medida por el margen de ebitda, crece el 19% respecto del que se registraba hace un año y pasa del 13,2% al 15,7%.
El negocio en el exterior
La cifra de negocios superó la barrera de los 2.000 millones de euros (2.009 millones) en el semestre tras aumentar el 11%. El 58% de esa cifra se obtuvo en los mercados internacionales.
Este crecimiento de doble dígito es consecuencia del éxito en la contratación registrado por todas las áreas de negocio durante los últimos ejercicios.
La cartera de ingresos futuros cerró el semestre en 42.642 millones, de los que el 73% son internacionales. Por actividades, en Infraestructuras los contratos internacionales representan el 87% del total; en Concesiones, el 82%; en Servicios, el 32%; y en Industrial, el 12%.
La cartera de adjudicaciones
Durante el primer semestre, la compañía se adjudicó proyectos relevantes en todas sus divisiones. Entre ellos, destacan la rehabilitación de una autopista en Texas (Estados Unidos), la construcción y operación de la autopista Los Vilos–La Serena y la construcción de los hospitales Provincia Cordillera y Sótero del Río (Chile), la construcción y concesión del Ferrocarril Central (Uruguay) o la prolongación del tranvía de Edimburgo (Reino Unido).
La compañía ha vuelto a una política regular de retribución al accionista y en el mes de febrero ya abonó un scrip dividend --pago de dividendo en forma de acciones-- de 0,051 euros por título. En julio ha llevado a cabo el segundo dividendo del año, de 0,054 euros, por lo los accionistas cobrarán durante este año 0,105 euros, lo que implica una rentabilidad superior al 5%.