Cada verano son muchos los españoles que deciden viajar en avión a otro país para disfrutar de un ansiado descanso. Según la gestora de vuelos Enaire, se estima que estas vacaciones operarán en España en torno a 658.800 vuelos, el 4,6% más que la temporada pasada.
La cara amarga de esa predisposición a trasladarse para disfrutar del verano es que aumentarán las congestiones en los principales aeropuertos y, con ello, los retrasos. Una historia que desafortunadamente se repite cada verano y en la que, hasta ahora, las aerolíneas han jugado bien sus cartas para que los pasajeros afectados desistan en sus reclamaciones.
“No win, no fee”
La tecnología, sin embargo, ha puesto al alcance de los viajeros poder reclamar sin necesidad de preocuparse por la burocracia ni el coste de pagar a un abogado. Reclamación de Vuelos es una de las principales plataformas especializadas en reclamaciones por retrasos, cancelaciones, overbooking y equipaje perdido.
Fundada en 2013 en Bilbao, en la actualidad tiene presencia internacional. La plataforma, que cuenta con un 98% de casos de éxito, trabaja bajo el principio "no win, no fee" (sin victoria no hay pago), por lo que si no ganan no hay coste para el cliente.
'Low cost'
El verano pasado, según los datos de Reclamación de Vuelos, el 46% de las reclamaciones realizadas por los pasajeros correspondían a retrasos; el 44% a cancelaciones; el 7% a pérdidas de equipaje y el 2% a overbooking. Las protagonistas de estos incidentes, por orden del volumen de quejas interpuestas, serían Vueling, con 2.072; Ryanair, con 1.290; Iberia, con 720; Avianca, 234; y Air Europa, que recibió 104.
Javier López, socio de la plataforma, matiza el hecho de que las compañías de bajo coste sean las que más retrasos tengan: “Volar se considera una commodity, se busca el mejor precio, y las low cost son las que suelen ofrecerlos. Y cuanto más volumen asumen, más probable es que haya algún tipo de incidencia”.
Excusas para ‘colártela’
Las aerolíneas intentan por vías distintas evitar pagar esas reclamaciones. Según López, las low cost juegan con la falsa creencia de que al ser precios más competitivos no tienen la obligación de indemnizar. Pero no es cierto: “Suelen utilizar la burocracia o respuestas inexactas”, apostilla.
Estas "excusas" basadas en el desconocimiento de los pasajeros, no obstante, también las usan el resto de aerolíneas. En la plataforma de reclamación se han encontrado con que utilizan anuncios como el de “circunstancias extraordinarias” o “motivos operacionales” de forma inexacta. A veces dentro de estas categorías intentan colar la climatología, pero López agrega que debe ser “claramente adversa” para que esté justificada como motivo.
'Overbooking' y billetes alternativos
En la misma línea, se tiene derecho a reclamar (y a ganar) incluso si te han ofrecido otros billetes para regresar. El hecho de que te ofrezcan una alternativa no significa que no deban asumir “los gastos” como “noches de hotel” o “coche en alquiler” que se han perdido por el cambio de vuelo.
Con respecto al overbooking --la sobreventa de billetes para un mismo vuelo-- es una práctica legal que sirve a las compañías para poder llenar los aviones en cada vuelo. Su legalidad --relata López-- no las exime de que si un pasajero se ve afectado por dicha práctica pueda ser indemnizado.
La demora promedio se dispara
Con todo, la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) ha estimado que la demora promedio este verano se disparará desde los 1,73 minutos por vuelo que registró el pasado ejercicio –frente a los 0,88 minutos registrados en 2017– hasta los 4 minutos, muy por encima de los 0,5 minutos que la entidad se ha marcado como objetivo.
Ante este escenario, la tecnología ofrece soluciones para poder recibir una indemnización y sin perder tiempo en ello.