A finales de enero, las nueve bodegas que integran Corpinnat --Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Torelló, Mas Candí, Júlia Bernet, Huguet-Can Feixes y Sabaté i Coca-- abandonaron la Denominación de Origen Cava para comercializar sus espumosos bajo la marca colectiva. La finalidad es distinguir la singularidad de sus caldos con una normativa propia, en donde se incluyen los 18 meses mínimos de crianza y limitar la producción a la llanura del Penedès.

La ruptura llegó tras más de un año de negociaciones infructuosas para permanecer bajo el paraguas del Consejo Regulador. La intención de estas nueve bodegas que conforman la Associació d’Elaboradors i Viticultors Corpinnat (AVEC) era comercializar sus vinos con su propia marca pero mantener la denominación cava, algo que no aceptó la DO. Siete meses después de la escisión, Jaume Mata, director general de Gramona, explica a Crónica Global que la salida "ha comportado un esfuerzo adicional" para darse a conocer y explicar el hecho diferencial. Pero, a su vez, esa diferencia también genera una curiosidad e interés para conocer a los actores del vino espumoso. 

Fuera del paraguas de la DO

En marzo salieron al mercado las primera botellas bajo la etiqueta de la marca colectiva. Mata señala que estos meses no han sido de una especial intensidad, sino de "reflexión y transición, para actuar conforme a los nuevos planteamientos y ver cómo evolucionan las cosas", aún así, las bodegas que integran Corpinnat se han puesto al servicio de la marca colectiva. "Es un proyecto de futuro y de largo recorrido, el retorno llegará con el reconocimiento y la consolidación del proyecto, tanto en los mercados nacionales como en los internacionales", razona el director de Gramona. 

Integrantes de la junta directiva de Corpinnat / CORPINNAT

¿Planes de reintegración en la DO? Parece que no, al menos de momento. "No nos lo hemos planteado. Si nos convocan a alguna reunión, acudiremos, pero hablar no quiere decir negociar", señala Mata, tajante. En cuanto a la zonificación del territorio, que fue el motivo principal de la ruptura, señala que "era uno de los deberes por hacer, que ahora se aplica la DO Cava, pero en base a su criterio". Un avance que desde Corpinnat consideran positivo --"que quieran evolucionar y revisar sus fundamentos"--, pero ello no implica "ningún planteamiento de volver a formar a parte" del Consejo Regulador. 

Marcar la diferencia

La intención de estas nueve bodegas es marcar la diferencia con las características de sus espumosos. Entre ellas, la crianza mínima de 18 meses, frente a los 9 que exige la DO Cava. "Nos diferenciamos básicamente en aspectos cualitativos. También en la DO hay bodegas que producen caldos similares, pero nosotros hemos ido un paso más allá para elaborar una reglamentación más estricta en temas concretos como las variedades de uva, la producción ecológica, la recogida a mano, y la vinificación completa en la propiedad", señala Mata. 

El objetivo, cuenta este bodeguero, es dar a su producto el valor que tiene, "como pueden tener otros muchos, no solo de la DO, sino del resto del mundo", y recuerda que "la calidad no está reñida con nadie". Una apuesta de futuro, ya que todos sus impulsores son conscientes de que "el retorno no será inmediato". Pero, como recuerda Mata, ya están acostumbrados, con la paciencia que conlleva elaborar caldos de 18 meses, 60 meses, o incluso una década. "Nuestro proyecto se basa en el trabajo constante. Sabemos que obtendremos retornos más o menos inmediatos y otros más lejanos", admite. 

¿Boicot al cava?

¿Cuál ha sido la acogida por parte de los clientes? "Hemos recibido todo tipo de calificaciones", admite Mata, "básicamente, la mayoría siempre han sido agradecidas. Incluso hay quien nos ha tildado de valientes, pero hoy en día, si quieres estar en un mercado como el del vino, en el que hay multiplicidad de marcas, tienes que serlo, y seguro que esa valentía tendrá su recompensa". 

Vista de una de las viñas del Penedès / CORPINNAT

Sobre el supuesto boicot al cava por ser un producto catalán, Mata sostiene que "todo depende del cliente al que te diriges, o cuáles son tus canales de distribución". Aún así señala que Corpinnat no ha notado un especial impacto en este sentido. "Creemos que el consumidor busca productos de calidad y, si puede ser, de proximidad. No creo que haya ningún catalán que le haga un feo al jabugo", razona. "Cuando un producto es de calidad, tiene prestigio, una marca reconocida, como las nuestras, con un código ético, que respeta la ecología y el medioambiente, no entendemos que tengan que haber boicots", cuestiona.

Vendimia

A finales de agosto comenzará la vendimia y acabará el periodo de reflexión que la marca colectiva de espumoso del Penedès se marcó cuando abandonó la DO Cava. Ahora se encuentran cerrando los detalles de su aventura. "Estamos presupuestando actuaciones para ver cómo, con el modesto presupuesto que movemos, podemos tener el impacto adecuado de cara a consumidores y distribuidores", cuenta el director general de Gramona que, por el momento, no quiere avanzar acontecimientos. 

El impás acabará con el comienzo de la recogida de la uva. Una vendimia que se presenta "esperanzadora", señalan desde Corpinnat, ya que, tras la última ola de calor, "hablando en términos industriales, están en plena producción".