El top manta provoca 130 millones de euros en la industria y el comercio de Barcelona. El presidente de la patronal PimeComerç Àlex Goñi asegura que se debe a "la competencia desleal de la venta ambulante ilegal", y considera que "ya es hora de que las administraciones asuman el reto con responsabilidad y deber público y de que tomen las medidas adecuadas para que este problema se acabe”.
Según un informe de PimeComerç recogido por La Vanguardia, los daños directos sobre el comercio de proximidad se estiman en unos 65 millones de euros, a los que habría que añadir otros 69 millones que estaría perdiendo la industria y las marcas pirateadas como consecuencia de la comercialización masiva de productos falsificados. El informe apunta que cada mantero le cuesta a la hacienda municipal unos 1.400 euros anuales.
"Competidores desleales"
En el mencionado estudio, se apunta a que uno de los principales problemas de este impacto negativo es que los comerciantes los ven como "competidores desleales", porque realizan la actividad sin tener que pagar impuesto y sin obligaciones laborales. Tampoco sin tener que solicitar licencia de actividad y sin estar sometidos a ninguna limitación horaria y desde la pequeña patronal se lamenta que sea un tema sin voluntar de ser solucionado.
El consistorio que preside Ada Colau libra a los manteros del cobro de licencias municipales por un montante global que superaría los 1,2 millones de euros. Todos estos cálculos dan por buena la estimación de que en Barcelona, entre los años 2015 y 2019 la población más o menos estable de manteros se situaría en unas 850 personas.