La sede social de Cementos Molins se queda en Madrid. Así lo han decidido el 76% de los accionistas que han participado en la junta general de la sociedad que se ha celebrado este jueves en la capital.
La inmensa mayoría de los propietarios de títulos de la cementera han aceptado la opinión casi unánime del consejo de administración, donde 13 de sus 14 integrantes acordaron que no se daban en estos momentos las circunstancias necesarias para mover de nuevo la mercantil hasta Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). Se trata de un apoyo más destacado que cuando decidieron unirse a la llamada fuga de empresas de Cataluña en el momento de más tensión del procés, ya que entonces fueron dos los vocales que se posicionaron en contra.
Justificación del consejo
La cúpula había incluido la justificación de su posición como un complemento a la información que se divulgó a todos los accionistas. El documento recuerda que el 20 de octubre de 2017 se decidió trasladar el domicilio social por la “necesidad de preservar de forma plena el beneficio del marco de seguridad jurídica y económica imprescindible para el desarrollo de la actividad de Cementos Molins”, además de poner el acento en que esto también implicaba el “mejor interés social” ante la “situación política que a dicho respecto atravesaba Cataluña en aquel momento”.
Señala que desde entonces la dirección del grupo “ha velado celosamente por la implantación ordenada de las medidas necesarias para la radicación efectiva de su administración y dirección en su sede social madrileña” y que el consejo ha debatido en varias ocasiones el “impacto de una decisión de calado indudable”.
Situación política de Cataluña
Dos años después, y tras realizar las “valoraciones del actual contexto político en lo que atiende a las garantías de preservación del orden jurídico de mercado para los operadores económicos privados”, el órgano directivo de Cementos Molins “reitera su entendimiento” que “no concurren, en el momento presente, las circunstancias precisas para que la sociedad pueda plantearse un eventual traslado de su domicilio” hasta su planta histórica en Sant Vicenç dels Horts.
La inclusión del punto número 13 en el orden del día de la junta de la cementera se hizo a petición de uno de los accionistas minoritarios. Se trata de José Ignacio Molins Amat, representante de la sociedad Noumea, cuya tesis fue apoyada en el consejo de administración por Foro Familiar Molins, representado por Roser Ràfols.
Acuerdos de la junta
Los portavoces de Cementos Molins han declinado ofrecer ninguna información al respecto, ya que se remiten a un hecho relevante que la compañía emitirá este viernes [consulte aquí].
Además de rechazar por una inmensa mayoría el retorno de la sede a Cataluña, el resto de puntos del orden del día de la junta de Cementos Molins también se han aprobado sin problemas. Los accionistas han dado el visto bueno a la reelección de todos los consejeros propuestos por la dirección y a las cuentas anuales. Además, han acordado la distribución de un dividendo ordinario a cuenta del ejercicio 2019 por importe de 0,15 euros por acción y uno complementario de 0,01 euros por título.