El Tribunal de Cuentas ha detectado en uno de sus informes de fiscalización que el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) pagó en 2016 pensiones no contributivas a 1.096 personas que ya habían fallecido, superando el importe global de las nóminas abonadas indebidamente los 11 millones de euros.
El informe analiza las nóminas emitidas en diciembre de 2015 y diciembre de 2016 y cruza esta información con los datos de fallecidos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre el 1 de enero de 1997 y el 31 de diciembre de 2016.
Debilidades en la detección de fallecidos
La conclusión del órgano fiscalizador es que existen "debilidades" en el procedimiento de detección de fallecidos por parte de los órganos gestores de las prestaciones, "debilidades" que, a su juicio, resultan "especialmente significativas" cuando el plazo transcurrido entre el fallecimiento y su detección es superior a cuatro años, dada la posible prescripción del derecho a recuperar las cantidades indebidamente pagadas.
En su informe, el Tribunal de Cuentas desvela que el Imserso pagó en 2016 un total de 1.096 pensiones no contributivas a personas ya fallecidas por un importe superior a los 11 millones de euros, del que sólo se han recuperado en torno a 2,2 millones, aproximadamente el 20% de la cantidad global abonada de manera indebida.
Valencia, la comunidad con más fraude
Comunidad Valenciana es la región en la que el Tribunal detecta un mayor número de beneficiarios fallecidos (234) y el mayor importe abonado indebidamente (9,8 millones de euros). De esta cantidad, apenas se han recuperado 1,5 millones de euros.
No obstante, el órgano fiscalizador señala en este punto que algunas entidades financieras no devuelven el dinero al considerar que son cantidades prescritas por haber transcurrido más de cuatro años.
Retrocesión de mensualidades
Por ello, el Tribunal recomienda a la Seguridad Social que estudie la posibilidad de implantar un procedimiento homogéneo para recabar la colaboración de las entidades financieras en la retrocesión de mensualidades que van más allá de los últimos cuatro años cuando los fondos continúen depositados en la cuenta bancaria.
En caso contrario, insta a obtener de los bancos información para identificar a los cotitulares que hayan podido disponer indebidamente de las cuantías correspondientes, todo con el objetivo de que el Imserso o las comunidades autónomas inicien las actuaciones judiciales o de cualquier otra índole que estimasen procedentes.
Controles de vivencia
En relación con el procedimiento de retrocesiones bancarias por nóminas emitidas a favor de fallecidos, el Tribunal de Cuentas anima a la Seguridad Social a instar a las entidades financieras a que efectúen los controles de vivencia y que informen de los resultados a los órganos gestores de la prestación.
Generalmente, en más de la mitad de los casos en los que se abonan pensiones no contributivas a personas ya fallecidas, las mensualidades que se pagan de más no llegan a uno o dos meses, algo que el Tribunal de Cuentas sitúa dentro de la normalidad, pues los pagos cesan en cuanto el órgano gestor de las prestaciones tiene conocimiento del fallecimiento.
Ahora bien, existen casos bastante llamativos, como nuevamente el de la Comunidad Valenciana, donde casi el 70% de las pensiones no contributivas abonadas indebidamente a personas fallecidas se estuvieron pagando durante más de cuatro años, llegando la mayoría de ellos a superar los 10 años de abono con posterioridad a la muerte del beneficiario.
Incluso en un caso se llegó a pagar la pensión a un fallecido durante más de 19 años, según advierte el Tribunal de Cuentas.