Santalucía y Mapfre han anunciado este miércoles que fusionarán sus respectivos servicios funerarios para dar forma al gigante del sector en España. El valor preliminar de los activos que ambos grupos aportarán alcanza los 322,5 millones de euros.
El grupo resultante dispondrá de más de 60 crematorios, 400 centros funerarios, tanatorios y oficinas de atención al público, además de gestionar 42 cementerios y una flota de 750 vehículos. Dará empleo a más de 1.650 trabajadores y su presencia en Cataluña es menor.
Ajuste de la valoración
Tendrá “capilaridad directa e indirecta” en todo el país y prestará “más de 70.000 servicios funerarios”, tal y como han indicado las empresas en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ahora, se abre un proceso para realizar los últimos ajustes en la valoración de los activos que aportarán los dos socios. Cuando concluya, se dará forma definitiva a las sociedad que explotará el negocio de los sepelios.
“Esta es una operación con vocación de estabilidad, crecimiento y desarrollo”, indica el consejero director general de Santalucía, Andrés Romero, en el mismo comunicado. El CEO de Mapfre España, José Manuel Inchausti, añade que la “empresa conjunta será el referente del mercado en cuanto a calidad, rentabilidad y servicios”.
Santalucía, el socio mayoritario
Santalucía, que opera en el sector a través de Albia, se quedará la mayoría de la participación de la sociedad que resulte de la integración. Controlará el 75% del capital social, mientas que el 25% restante estará a manos de Funespaña, una filial de Mapfre. Los implicados realizarán una “pago en efectivo entre las partes” para “alcanzar el referido canje”.
Las empresas han detallado que llevarán a cabo las “acciones necesarias” para garantizar la “estabilidad, continuidad y máxima calidad” de los servicios funerarios que ya prestan a los clientes. La operación se cerrará a lo largo del ejercicio en curso, cuando reciba el visto bueno de competencia y de la CNMV.