Son las nuevas puertas verticales del Metro de Barcelona. El suburbano barcelonés ha presentado hoy la prueba piloto de las primeras pantallas abatibles de seguridad del mundo. Según Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), el sistema se diferencia de las puertas correderas de otras líneas, como las de la L9 y L10, amén de transportes de otras ciudades del globo, y también aporta un plus de seguridad para el viajero.
El gestor de transporte ha presentado las barreras hoy martes en la estación de Can Cuiàs, una estación de la Línea 11 del Metro de Barcelona que se encuentra en el término municipal de Montcada i Reixac. El test se desarrolla en uno de los dos andenes del apeadero. Consiste en la subida y bajada de unas persianas neumáticas que están sincronizadas con el paso de los convoyes para dejar entrar y salir a los pasajeros. Cuando están desplegadas, las cortinas VPSD crean un obstáculo físico de 160 centímetros de altura desde el andén y un espacio de paso más ancho, de hasta siete metros, lo que mejora la operativa de los trenes.
Distintas series
Siempre según TMB, las puertas verticales ayudan a que los convoyes no tengan que hacer "paradas de alta precisión". Asimismo, al tener distinta distribución de puertas sirven para una gran variedad de trenes, algo que se adapta a la configuración de flota del Metro de Barcelona. Con respecto a las barreras horizontales de la L10 y la L9, Transports asegura que éstas son más rápidas de instalar, lo que redunda en "menos refuerzo estructural y menos afectaciones sobre el pasaje". Sostiene además el gestor metropolitano de transporte que su coste de mantenimiento es inferior.
¿Por qué se instalaron en la L11? Indica TMB que esta línea ya ha sido el banco de pruebas de otras innovaciones. "Fue construida y puesta en funcionamiento en 2003 como ramal convencional y, después, transformada en una línea automática". La empresa pública pilotada por Enric Cañas ha querido recordar que Can Cuiàs fue la primera estación de toda España en disponer de puertas automáticas, antes de que la circulación de trenes sin conductor llegara a la península en 2009.
En pruebas
La empresa metropolitana ha subrayado que el sistema, que estará unos meses en pruebas antes de instalarse en las líneas comerciales, "aporta en primer lugar un beneficio para los usuarios, ya que la separación física entre el espacio de espera y el de circulación de los trenes incrementa la seguridad personal, especialmente en el caso de aglomeraciones".
Cualquiera que fueren los argumentos de TMB, el nuevo sistema ha desembarcado en pruebas en Barcelona tras la firma de un convenio de colaboración en 2017 entre la enseña que capitanea Cañas y STraffic. Cuenta la entente con el apoyo del Instituto de Transporte de Corea, la compañía Woori Tech Co, la Asociación Coreana de Señalización Ferroviaria y la Asociación Comercial Coreana.