El Gobierno ha dado luz verde a la aplicación del IVA reducido al 4% para panes integrales y los elaborados con salvado y cereales distintos al trigo. Se trata de una ampliación de la definición de ‘pan común’ que permitirá la rebaja del 10% actual.
No obstante, el consumo de este alimento entre los españoles ha descendido entre los españoles ha caído un 80% en las últimas dos décadas. Así, de los 57 kilos que se comían per cápita en 1998, hemos pasado a 32,8 en 2018.
Límite de sal
Entre lo más destacado de la nueva normativa aprobada por el Consejo de Ministros, a partir de ahora se considerará pan común a los elaborados con harinas diferentes a la de trigo o con bajo contenido en sal. Asimismo, el contenido de esta última queda limitado y a partir de 2020 se establecerá un límite máximo obligatorio.
Asimismo, se endurecen los requisitos sobre el pan integral, cuya harina tendrá que ser 100% integral, mientras que los que no sean completos, deberán marcar el porcentaje en el etiquetado.
Cambios de etiquetado
En lo que respecta al pan multicereal de tres o más harinas, deberá contener una proporción mínima del 10%. Al mismo tiempo, para que uno de estos productos se puede clasificar como de elaboración artesana, “debe primar” el factor humano frente al mecánico. Lo mismo ocurre con el pan de leña o de horno de leña, que deberá ser cocido íntegramente en uno de estos para que pueda ser etiquetado como tal.
En 2018, cada español gastó 76,13 euros de media en pan, que equivale al 5% del presupuesto per cápita para llenar la cesta de alimentos y bebidas. Asimismo, el pan fresco y congelado supone el 80,7% del total, mientras que el industrial, de larga duración o de molde, alcanza el 19,3%.