El Gremio de Floristas de Cataluña ha alertado este martes contra los puestos ilegales de venta de rosas durante la festividad de Sant Jordi que se celebra el 23 de abril. Según este colectivo, en la capital catalana habrá más de 2.000 puestos de venta no autorizados frente a los 4.000 que han solicitado permiso para desarollar su actividad, lo que significa que más de un 30% de las flores típicias de esta fecha serán de economía sumergida.
Joan Guillén, presidente del Consell de Gremis, ha denunciado "la competencia desleal" que sufren los comerciantes durante esa fecha, en la que las calles de la ciudad se llenan de puntos en los que los viandantes acuden a comprar la tradicional rosa roja. "Del total de 4.000 puestos autorizados, nosotros tramitamos unas 200 de floristas. El resto, algunos lo piden al Ayuntamiento, pero solo un 10 o un 15% son de floristerías, y los demás son personas ajenas al sector, y de ahí viene nuestra reclamación", ha señalado.
Guardia Urbana
Ante este hecho, Guillén ha pedido soluciones a las fuerzas de seguridad para luchar contra el intrusismo. El intendente de la Guardia Urbana, Benito Granados, ha explicado que, pese a llevar a cabo el "control de actividades no autorizadas, e intervenir el material para impedir su venta", durante esa jornada festiva "hay mucha actividad" y por ello, los que no disponen de autorización "aprovechan la confluencia para colocarse en lugares donde no pueden estar". Pese a ello, el agente ha asegurado que el dispositivo está pensado para minimizar "el impacto que pueda tener" sobre los negocios que ejercen su actividad de manera legal.
Eso sí, para frenar este tipo de fraudes ha apelado a que las personas "hagan sus compras en establecimientos autorizados". "Los puestos tienen carteles indentificativos y su licencia encima de las mesas. Los ciudadanos deberían hacer sus compras en estos establecimientos. Porque, además de la policía, también es responsabiidad de quien está comprando", ha añadido.
Un 7,4% de rosas amarillas
La rosa roja continuará siendo la más vendida por Sant Jordi. De hecho, la previsión del gremio para 2019 es despachar unos 7,5 millones de flores de este color. También estiman que la segunda opción más solicitada será la de color amarillo, aunque calculan una demanda de 600.000 unidades, lo que solo representa un 7,4% respecto al total. Mercè Pasanau, vicepresidenta del Gremio de Floristas de Barcelona, se ha manifestado en la misma línea que Guillén: "Es un día de mucho movimiento, sobretodo en Barcelona, y queremos denunciar el exceso de puestos y la falta de permisos".
Las previsiones de Mercabarna son algo más bajas. La Asociación de Empresarios y Mayoristas de Mercabarna-flor prevé que los pedidos de última hora mantengan las ventas de rosas en los siete millones de unidades, cifra ligeramente inferior a la del año pasado, de las que prevén que un 5% sean amarillas.
35.000 trabajadores
Por su parte, Muntsa Vilalta, directora general de Comerç de la Generalitat, ha destacado que Sant Jordi es "una manifestación única en el mundo" y ha destacado la importancia de "preservarla". Además, ha explicado que en Cataluña alrededor de 12.000 comercios están vinculados al pan, las flores, y los libros. Una cifra que supone un 12,2% del total, en el que trabajan 35.000 personas.
Vilalta ha abogado por "mantener la tradición pero también adaptarse a los valores cambiantes, para superar los restos que vienen". En definitiva, "modelos de negocio atractivos, que no pierdan su ligazón con los ciudadanos".