El abogado Rubén Torrico Franco fundó un gabinete jurídico en septiembre de 2012, de la mano de su socio Borja Pardo Ibáñez, justo un año antes de contraer matrimonio con Patricia Mas Rakosnik, hija del expresidente catalán Artur Mas y su esposa Helena Rakosnik.
La evolución económica del bufete es dispar. Los primeros años experimentó un fuerte crecimiento. La racha se truncó en 2017. Este último ejercicio declaró unos ingresos totales de 260.500 euros, procedentes de las minutas de honorarios facturadas a sus clientes. Dicho registro significa un 17% por debajo de los 316.700 euros girados el año anterior. En dos ejercicios, pues, los ingresos de la oficina suman 577.000 euros.
Resultados negativos
En 2017 las partidas de dispendio de Lexben se reparten entre aprovisionamientos, 128.000 euros; más costes de personal por 57.600 euros; y 78.500 en concepto de “otros gastos de explotación”.
Tales rubros más las correspondientes dotaciones para la amortización del inmovilizado arrojan un resultado de explotación deficitario de 4.786 euros. Dado que no hubo gastos adicionales, el resultado neto después de impuestos queda también en 4.786 euros negativos.
Concursal y procesal
La oficina fundacional de Lexben estaba en la barcelonesa Travesera de Gràcia número 68. En 2014 se trasladó a Muntaner 340, a unas pocas manzanas del domicilio de Artur Mas, sito en la calle Tuset. Un par de años después se incorporó como socio profesional y administrador solidario Alejandro Prim Sastre, aunque en 2015 fue revocado de este último cargo. Desde entonces, el yernísimo de Artur Mas es administrador único de Lexben.
En la web del despacho se destaca que Lexben “es una firma joven formada por un equipo multidisciplinar, con dilatada experiencia en la prestación de servicios jurídicos”.
Sus especialidades son el derecho concursal y procesal. También actúa en el ámbito de la Ley de Protección de Datos. Sobre esto último, Lexben asegura que es “la primera firma nacional especializada estrictamente en la implementación y adecuación de los portales web al conjunto de leyes que afectan al uso y contratación por Internet”.
El equipo jurídico está formado, además de Torrico y Pardo, por Victoria Pastor Ferrer, Jasmina Mon Pont, Gerard Salcedo Marqués y Esther Rubio Rodríguez.
De la banca a la abogacía
A preguntas de Crónica Global, Rubén Torrico no quiso anticipar el volumen de negocio que su gabinete tuvo en 2018. “Mi actividad es totalmente privada. El despacho no mantiene relación alguna con el mundo de la política. Me limito a hacer mi trabajo como abogado y asesoro a mis clientes”, comentó a este medio.
Torrico, de orígenes andaluces, contrajo matrimonio con Patricia Mas en el verano de 2013. La hija del expresidente catalán trabajaba en una importante agencia de comunicación de Barcelona, de cuyo consejo de administración de encarga su marido como secretario. Esa empresa, Interprofit, es la que ha presentado a Enric Crous como candidato a la presidencia de la Cámara de Comercio de Barcelona.
La carrera profesional de Torrico comenzó en el negocio bancario, como subdirector de una oficina y gestor de empresas durante cuatro años. Luego pasó a militar en las filas de CBC Advocats hasta que decidió montar bufete propio.
Suspensiones de pagos
Rubén Torrico también es administrador solidario de la sociedad limitada profesional Auna Soluciones Concursales, junto con Borja Pardo y Antonio Durán-Sindreu Viader. Este bufete concursalista, que está domiciliado asimismo en Muntaner 340, se creó en 2014.
Desde entonces ha tramitado en calidad de administrador concursal las suspensiones de pagos de Comercial del Aluminio, Helloplan Compra Colectiva, Soluciones Digitales de Movilidad, Printbutton, Guardia Trade y Josep Sant Genís. También ha llevado los expedientes de Inmobiliaria Impuls, Mustang 300, Frikka Developments, Roytine Constructions y VV Penta.
Rubén Torrico ha sido administrador concursal de Pinturas Roqueta, Actividades de Proyectos y Obras del Vallès, Grupo Gaherma SMI, Promociones R. Ferrer Martín y Commando Fada.