En su estrategia de quitarse de encima los activos tóxicos inmobiliarios, los bancos españoles siguen vendiendo sus viviendas a precios de ganga. Fondos de inversión, family office y empresas inmobiliarias lo saben, y están aprovechando al máximo esta circunstancia para cerrar operaciones de lo más lucrativas, con vistas a ofrecer los pisos a un mercado en alquiler en crecimiento constante.
Una de las últimas es la que acaba de concretar la inmobiliaria Nyesa con Liberbank, la entidad financiera que anda inmersa en la interminable fusión con Unicaja, por la que ambos actores quedan satisfechos.
Satisfacción mutua
La entidad financiera que preside Pedro Rivero y que, como consejero delegado, dirige Manuel Menéndez, saca de su balance 176 viviendas por las que ya no tendrá que hacer provisiones adicionales, mientras que para Nyesa, en su nueva etapa con el francés Michel Lallement al frente, la compra sirve para apuntalar su nueva estrategia, centrada en la gestión de activos inmobiliarios.
Y todo a un precio de ganga. Por esas 176 viviendas, Nyesa solo ha desembolsado 5,8 millones de euros, con lo que sale cada piso a una media de 33.000 euros. Precio cerrado con un descuento del 56% sobre las últimas tasaciones realizadas, que sumaban un importe total de 13,3 millones de euros.
Cambio de rumbo en Nyesa
Para la inmobiliaria, esta operación con Liberbank llegaba dos días después de que su junta extraordinaria de accionistas aprobara el cambio radical en la gestión, tras el pacto parasocial alcanzado entre los principales accionistas de la empresa y el inversor Olaf y Rubí, de cara a lanzar un plan empresarial que permita un ambicioso crecimiento.
La entrada de Olaf y Rubí en Nyesa se sustanciará a través de una ampliación de capital, mediante la emisión de nuevas acciones, por un importe de 8,6 millones, a cambio de aportar activos valorados en más de 17,3 millones de euros.
Mirando al ‘Brexit’
Con este acuerdo, se incorporan a la compañía 92 oficinas, dos locales comerciales y 144 plazas de aparcamiento de 'Las Torres de Hércules Business Center', el edificio de oficinas más alto de Andalucía en su inauguración, situado en Parque Empresarial y Tecnológico Las Marismas de Palmones, en el municipio gaditano de Los Barrios.
El nuevo presidente de Nyesa, Michel Lallement, ve en el Brexit una buena oportunidad para estos activos. "En Gibraltar existen unas 55.000 empresas y la entrada en vigor del Brexit producirá una deslocalización de parte de las compañías que están actualmente en este pequeño territorio, favoreciendo el alquiler de espacios emblemáticos como las Torres de Hércules", ha comentado.
Más de 3.000 millones en activos dudosos
En el caso de Liberbank, el traspaso de estos activos a Nyesa supone dar un paso más en esa estrategia de reducir la cartera de activos problemáticos, que viene llevando a cabo en los últimos años, de cara a cumplir con las exigentes regulaciones de los supervisores.
Al cierre de 2018, la entidad dirigida por Manuel Menéndez como consejero delegado --que mantendría el cargo en la futurible fusión con Unicaja-- la exposición problemática disminuía un 30%, hasta contabilizar activos dudosos por 1.142 millones y casi 2.000 en adjudicados, con tasas de cobertura del 53% y del 50%, respectivamente.
El BCE aprieta las tuercas a Liberbank
Con todo, sigue siendo insuficiente. Y por ello, el Banco Central Europeo (BCE), en el marco del proceso de revisión y evaluación supervisora, ha obligado a Liberbank a aumentar sus requerimientos mínimos de capital en 2019. De ahí, la necesidad de seguir vendiendo activos tóxicos, como los traspasados a Nyesa, a manos llenas.
En concreto, el Eurobanco ha exigido a la entidad asturiana a que, desde el pasado 1 de marzo, cuente con una ratio mínima CET 1 'phased-in' del 9,5%, frente al 8,875% requerido en 2018, y con una ratio de capital total 'phased-in' mínima del 13%, frente al 11,75% de un año antes.