La compañía suministradora de agua embotellada Aigua del Montseny podría acercarse a su cierre. La empresa con sede social en Montmeló (Barcelona) --aunque su centro de negocio se encuentra en Sant Esteve de Palautordera-- arrastra problemas para abastecer a sus clientes desde hace semanas. La razón: la falta de liquidez para financiar la compra de materias primas para el envasado, fundamentalmente.
Aigua del Montseny se ha puesto en contacto con sus clientes --en gran medida cadenas de supermercados que venden sus botellas y garrafas del líquido elemento-- en varias ocasiones para comunicarles los problemas de suministro, según publica Expansión. Ciertas fuentes del sector califican la situación de la empresa catalana como "muy crítica".
El sector no se sorprende
Las compañías de distribución han recibido la noticia como una confirmación de lo que ya se conocía. El medio de comunicación Alimarket, especializado en este sector, publicó el cese de actividad de Aigua del Montseny y aseguraba que la empresa se encontraba en búsqueda de inversión que impulsara de nuevo su negocio de envasado.
Los problemas financieros habrían obligado a la embotelladora a admitir su incapacidad de suministrar lotes de agua a las cadenas con las que trabaja. Sin embargo, el diario económico asegura que Aigua del Montseny sigue activa, a pesar de que su volumen de producción haya descendido.
Problemas con el embotellamiento
Aigua del Montseny se enfrentó a una crisis de reputación hace algo más de medio año. La alarma se disparó cuando varias personas sufrieron problemas estomacales que se le achacaron a la ingesta de agua de la marca Aiguaneu, una de las embotelladas por esta compañía. Con la sospecha de que los envases podrían contener agentes químicos, procedentes de diversos productos de limpieza, la Consejería de Salud de la Generalitat decidió retirar varias partidas de estas botellas.
Los Mossos d'Esquadra, por su parte, comenzaron una investigación para aclarar si, efectivamente, los problemas en el tracto digestivo de los afectados provenían de estos recipientes. La compañía aseguró que era "imposible" que la contaminación del agua tuviera su origen en el proceso de embotellamiento y aseguró que la inspección de Sanidad en sus instalaciones corroboró el adecuado tratamiento del proceso.