El agua es un recurso de vida imprescindible para el desarrollo de la agricultura. Por eso, el Institut Agrícola Català Sant Isidre apuesta por un regulador único y estable que contemple el Ciclo Integral del Agua en el Día Mundial de este recurso. La institución reclama instalaciones modernas que favorezcan el desarrollo sostenible y aprovechen recursos y generen energía limpia. Apuestan por el fortalecimiento de las “tres I”: instituciones, incentivos e innovación.
El instituto defiende también la necesidad de contar con un sistema de precios en el sector que refleje de la mejor manera posible el coste real de generar, transportar y poner a disposición el agua. De hecho, este marco legislativo exige una correcta asignación de los derechos de propiedad y un marco regulador que permita la sostenibilidad económica y medioambiental del grueso de compañías del sector. La institución defiende como solución la colaboración público-privada como “un elemento fundamental como alineación de intereses entre los reguladores y las empresas gestoras del recurso”.
Bien escaso
El agua es un recurso limitado, pero al mismo tiempo fundamental para la vida. Por ello, la institución exige creatividad, innovación, inversión, tecnología y la existencia de unos mercados eficientes. En 2050, la agricultura necesitará un 40,5% más de agua para la producción, un fuerte aumento para un fluido escaso en el clima mediterráneo. De hecho, el instituto defiende que “no hay espacio para populismo ni las abstracciones utópicas”, y lamenta que “las intervenciones innecesarias o la pérdida de sentido económico” suben las posibilidades de “contar con situaciones de estrés hídrico”.
El agua es un recurso básico sometido a grandes presiones por el lado de la demanda, y un recurso clave para la vida. Este fluido, a través de las diferentes tecnologías de regadío ha sido uno de los pilares, junto con la revolución mecánica y química, sobre los que descansa el gran incremento en la producción agrícola de las últimas décadas. En el futuro, sigue siendo una pieza imprescindible para alcanzar este importante reto más vivo que nunca, junto con el reto de alimentar a una población creciente con un cambio sustancial de los hábitos alimenticios que necesitan un mayor consumo de agua.