La junta de accionistas de Dia ha aprobado hoy la ampliación de capital por 500 millones de euros propuesta por el inversor Mikhail Fridman, lo que da vía libre a su opa sobre la compañía.
El plan de rescate planteado por el multimillonario ruso ha sido aprobado con una participación muy baja de los accionistas (el 54,3% del capital, por debajo de la media de las últimas juntas, que se situaba en el 60%), lo que garantizaba su victoria, pues Fridman posee el 29% del capital a través de la sociedad LetterOne.
Fracasa la propuesta del consejo
De esta forma, los accionistas han tumbado la propuesta del consejo de administración, que promovía una reducción de capital seguida de una ampliación por 600 millones de euros.
Stephan DuCharme, socio de LetterOne, ha defendido ante los accionistas su plan a quienes ha instado en todo momento a rechazar la ampliación de capital propuesta por el consejo de la cadena de supermercados al considerar que está "fuertemente condicionada" y "podría elevar la dilución" de los accionistas.
Nuevo escenario
"Con la aprobación de la ampliación de capital de L1 Retail y el voto en contra a la propuesta del consejo, los accionistas apoyan una propuesta que afronta los graves problemas de gobierno corporativo, y les ofrece la oportunidad de vender con una prima a una valoración total de 0,67 euros", ha subrayado DuCharme, que ha recordado que el fondo asegura en totalidad la ampliación de capital de 500 millones de euros tras la liquidación de la opa siempre que haya acuerdo.
Ante la nueva situación con la victoria de Fridman, el actual consejo de administración se reunirá tras la junta para abordar el nuevo escenario al que se enfrenta la compañía.
Condiciones de la recapitalización
La recapitalización de 500 millones aprobada hoy está supeditada al éxito de la opa de Fridman, que todavía tiene que ser aceptada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), aunque ya ha sido admitida a trámite.
Además, su oferta tiene a su vez dos condiciones: que Fridman logre aumentar su participación del 29% al 64,5% de los títulos y que se alcance un acuerdo con la banca acreedora para prolongar el vencimiento de la deuda a largo plazo de Dia hasta 2023. El consejo ya había llegado a un principio de acuerdo con las entidades financieras para alargar estos plazos, pero ahora serán los responsables de LetterOne quienes deban negociar ahora.
Delicada situación financiera
El grupo Dia necesita reequilibrar sus cuentas en un plazo no superior a dos meses para no incurrir en insolvencia y abandonar la situación de quiebra técnica en la que se encuentra desde finales de diciembre, algo que conseguiría en caso de ampliar capital.
La junta de accionistas también ha rechazado la gestión del consejo y la reelección de Miguel Ángel Iglesias Peinado como consejero y de KPMG como auditor para 2019 --será sustituido por Ernst & Young--, así como el informe anual sobre la remuneración de los consejeros en 2018. Por el contrario, ha aprobado las cuentas y resultados de 2018, ha ratificado la elección de Jaime García-Legaz --expresidente de Aena y exsecretario de Estado-- como consejero y la entrega de acciones como parte de la remuneración de los miembros del consejo.
Accionistas minoritarios y empleados
La cita ha estado marcada por el visible malestar existente entre los accionistas minoritarios, críticos tanto con la gestión del grupo como con la actuación de Fridman, a quien algunos han acusado durante el turno de preguntas de influir en la caída de la acción para poder ofrecer un precio bajo en su opa (67 céntimos).
Mientras, en el exterior del lugar donde se celebraba la junta un centenar de personas ha participado en una protesta convocada por CCOO contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prepara la empresa para más de 1.500 trabajadores.
Irregularidades contables
Uno de los temas estrella de esta junta han sido las irregularidades detectadas en las cuentas, que ha motivado la presentación de una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. El consejero y responsable de dichas pesquisas, Miguel Ángel Iglesias, ha precisado que no se han encontrado indicios de que el consejo conociera las irregularidades, y sólo se han hallado pruebas sobre "los máximos responsables de la parte ejecutiva" del grupo.
Iglesias ha apuntado que este trabajo se prolongó cuatro meses e incluyó "interrogar a más de 30 personas de la organización" y el análisis de correos electrónicos y diferente documentación, y que como consecuencia se adoptaron "medidas disciplinarias" laborales.
El consejero delegado se defiende
Por su parte, el consejero delegado de Dia, Borja de la Cierva, ha apuntado que el declive del grupo arrancó en 2016, momento en el que no reaccionó adecuadamente a los cambios del consumidor y justo cuando comenzaron las ya mencionadas "irregularidades".
"Desde la salida a bolsa (2011) hasta 2016, los resultados fueron brillantes desde cualquier métrica financiera, pero ahí empezó el deterioro de una compañía que no ha adaptado su modelo de negocio a las nuevas circunstancias", ha reconocido.