La multinacional de juego y ocio Cirsa cerró 2018 con un beneficio de 368,8 millones de euros, el 5,1% más que el año anterior. El dato se produce en un marco complicado para la compañía, que ha tenido que lidiar con un impacto desfavorable del euro frente a las divisias lationoamericanas de los países en los que opera. Asimismo, se trata del primer balance de cuentas desde que la firma fuera comprada por Blackstone.
En cuanto a facturación se refiere, Cirsa ingresó 1.469,1 millones, que suponen un aumento del 5,2% con respecto a 2017. Las cifras refuerzan el "crecimiento continuado" de la compañía, según ha asegurado el Presidente y CEO de Cirsa, Joaquim Agut. Este ha explicado que los planes de la compañía pasan por “continuar con la implementación de nuestro Plan Estratégico siguiendo las mismas líneas de actuación de estos últimos 13 años, apostando así por un crecimiento rentable y sostenido".
Ampliación del negocio
Entre las principales acometidas en 2018 por Cirsa destacan la adquisión del Casino Jaragua en República Dominicana, el Casino Winland en México y el Bingo Salou en Tarragona. En este negocio, en el que operan en ocho países, se mejoraron resultados con respecto a 2017 a pesar de la tasa de cambio desfavorable.
En cuando a subdivisiones de negocio, en bingos, Cirsa apunta a una mejora "notable" de sus resultados en España, mientras que en los salones de juego se ha mantenido la trayectoria positiva gracias a la instalación de nuevas máquinas multijuego y de un nuevo sistema de gestión. También ha crecido Sportium, que ha alcanzado las 3.000 oficinas en España. La compañía ha apostado por implantar una serie de innovaciones tecnológicas que refuercen el sistema de terminales.