Nuevos síntomas de que el panorama económico se presenta complicado en el corto y medio plazo. Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), que abandonará el cargo dentro de siete meses, el próximo 31 de octubre, ha descartado prácticamente una subida de tipos en la Eurozona en 2019, debido al empeoramiento "sustancial" de la evolución de la economía de la zona euro.
La situación ha forzado al supervisor a desempolvar sus megasubastas de liquidez a largo plazo (TLTRO-III) y a ampliar "al menos hasta marzo de 2021" la 'barra libre de liquidez' de la institución.
Subida de tipos no antes de marzo de 2020
En un tono más pesimista de lo habitual y de lo esperado por el consenso del mercado, el banquero italiano ha explicado que el Consejo de Gobierno ha decidido "por unanimidad" retrasar "al menos hasta el final de 2019" la primera subida de los tipos de interés, reconociendo que varios miembros del órgano rector del BCE se mostraron partidarios de aplazar esta subida al menos hasta marzo de 2020, mientras otros expresaron preocupación por los riesgos vinculados a mantener el precio del dinero "demasiado bajo por demasiado tiempo".
Como justificación de las nuevas medidas de estímulo anunciadas, Draghi ha reconocido que las nuevas previsiones del BCE suponen una rebaja "sustancial" de las expectativas de crecimiento en comparación con las publicadas el pasado mes de diciembre, reconociendo que la sensible desaceleración de la zona euro en la última parte de 2018 parece que se extenderá al año 2019.
Seis décimas menos de crecimiento respecto a diciembre
De este modo, el BCE prevé que el PIB de la eurozona crecerá este año un 1,1%, seis décimas menos de lo anticipado anteriormente, mientras que en 2020 el crecimiento será del 1,6%, una décima por debajo de la previsión del pasado mes de diciembre.
"La persistencia de incertidumbres relacionadas con factores geopolíticos, la amenaza del proteccionismo y las vulnerabilidades en mercados emergentes parecen dejar huella en la confianza económica", declaró el banquero italiano.
Dificultades del sector del automóvil en Alemania
En este sentido, Draghi señaló que, además de estos factores externos, la desaceleración de la economía de la eurozona refleja también elementos de carácter interno, incluyendo casos de "sectores específicos en países específicos", en referencia a las dificultades del sector automotriz en Alemania, así como las dificultades de la economía italiana, que entró en recesión en el último trimestre de 2018.
Por otro lado, el BCE también ha revisado a la baja sus pronósticos de inflación para la eurozona, recortando en cuatro décimas su previsión de inflación para 2019, hasta el 1,2%, mientras que el año que viene la subida de precios esperada será del 1,5%, dos décimas menos de lo anticipado en diciembre. De cara a 2021, la expectativa de inflación del BCE también ha sido revisada a la baja, hasta el 1,6% desde el anterior 1,8%