La recién estrenada segunda etapa de José Díaz como consejero delegado del grupo de ocio Parques Reunidos se ha iniciado con un millón menos de visitantes en España y el aumento de la deuda en 300 millones de euros para financiar la compra de un activo en Alemania, adquirido por 226 millones al grupo malasio Tanjong.
Dos circunstancias relevantes en el mes que lleva Díaz como primer ejecutivo que van a incidir sobremanera en la gestión futura de la multinacional de parques de ocio, en la que tratará --junto a su amigo y valedor Richard Golding, presidente no ejecutivo del grupo-- de recuperar el valor de la sociedad tres años después de su retorno a Bolsa.
35% menos de valor en tres años
Regresaba Parques Reunidos al parqué el 29 de abril de 2016 con las acciones en 15,5 euros y un valor de mercado de 1.250 millones. Y hoy, en mínimos desde entonces, y a punto de caer por debajo de los 10 euros, esa capitalización se ha reducido a los actuales 812 millones, un 35% menos.
En este contexto, lo último con lo que se ha topado el nuevo CEO en su retorno han sido los resultados correspondientes al primer trimestre fiscal de Parques Reunidos (octubre-diciembre de 2018) --será el último, ya que en 2019 hará coincidir las cuentas con el año natural--, en el que el grupo incrementaba las pérdidas un 50,4%, hasta 45,8 millones de euros.
Ingresos al alza, Ebitda a la baja
Aunque los ingresos crecían un 6,4%, hasta 73 millones, el resultado bruto de explotación (Ebitda) cerraba en 2,8 millones de euros negativos, debido al mix de parques abiertos y el ‘efecto calendario’ en Estados Unidos.
En cuanto al número de visitantes, el grupo contabilizaba la entrada en sus recintos de 2,8 millones de personas, un 4,2% más, pero desigualmente repartidos.
Afluencia menor en España y caída de ingresos
Así, la afluencia a los parques en España registraba, en términos comparables, una reducción de algo más de un millón de personas. Descenso considerable no compensado con las grandes promociones ofrecidas, de modo que los ingresos también experimentaban un retroceso del 0,6%, hasta 21,1 millones de euros.
La otra gran baza con la que inicia Díaz su nuevo periplo en Parques Reunidos, la compra del centro acuático alemán Tropical Island, es un arma de doble filo.
Arma de doble filo
Es verdad que contabilizará, de manera inmediata, ingresos superiores a 70 millones de euros con los 1,3 millones de visitantes, y que mejorará el Ebitda en 20 millones de euros, pero la compra ha traído consigo un aumento del 47% de la deuda financiera, al incrementar en 300 millones de euros el préstamo sindicado firmado en abril de 2016, antes de la salida a Bolsa.
Hasta el pasado 31 de diciembre, la deuda financiera bruta de Parques Reunidos se elevaba a 635 millones de euros, quedándose en un neto de 582 millones. Con el nuevo tramo de 300 millones añadido al sindicado, ese apalancamiento bruto se ha elevado a 935 millones y dejando una deuda neta de 882 millones.
La evolución del Ebitda para cumplir con los acreedores
A partir de aquí, y aunque el auditor KPMG recoge la consideración de los administradores de que el aumento de la deuda “no tendrá un efecto significativo en el cumplimiento” de las garantías pactadas con los bancos acreedores --con la deuda no superando en 4,5 veces el Ebitda--, habrá que ver cómo evoluciona el beneficio operativo durante 2019 para certificar que, efectivamente, el aumento de la deuda se mantiene bajo control.
Al cierre de su último ejercicio fiscal, en septiembre de 2018, Parques Reunidos contabilizaba una deuda neta de 569 millones y un Ebitda de 174, con lo que esa ratio de cobertura estaba bajo control, en 3,27 veces. Y lo sigue estando a diciembre de 2018.
El centro alemán, insuficiente para elevar el Ebitda lo necesario
Pero ya en marzo, con la contabilización de esos 300 millones más de deuda, la garantía del sindicado se pondría en entredicho. Ni siquiera esos 20 millones más de Ebitda que aportaría el parque Tropical Island servirían para garantizar el nivel de cobertura.
A partir de aquí, el nuevo tándem directivo Golding-Díaz deberá hilar fino para que el nuevo plan estratégico que han empezado a diseñar sea capaz de garantizar el futuro de la multinacional gestora, con la vuelta a la senda del crecimiento orgánico, lograr la rentabilidad esperada por la adquisición de Tropical Islands y ejecutar el plan de inversiones de manera eficiente, con esos 70 millones de inversión aplicados en cinco parques, cuatro en Estados Unidos y uno en Italia.
Reconocimiento de deterioro de activos
Los inversores también esperan del nuevo plan, a presentar antes de que acabe 2019, que se pongan los medios para evitar el deterioro de los activos. Como acaba de suceder a 31 de diciembre de 2018 tras los tests de deterioro realizados, que han obligado a reconocer que los activos intangibles y materiales valen 7,3 millones menos, sobre todo por la menor afluencia de visitantes prevista en el recinto murciano de la sociedad Mall Entertainment Centre.
Además, al cierre del primer trimestre fiscal, Parques Reunidos presenta un fondo de maniobra negativo de 131,72 millones de euros (64 millones de los registrados tres meses antes), debido al uso del 'crédito revolving' para adquirir el parque australiano Wet n’Wild, en Sidney.