La Síndica de Greuges de Barcelona ha dado marcha atrás en su apoyo incondicional a la funeraria exprés impulsada por el concejal de Presidencia de Barcelona, Eloi Badia. La institución presidida por Marià Assumpció Vilà había ejercido de principal valedor del gobierno de Ada Colau en este embrollo, en el que su partido se ha quedado prácticamente solo defendiendo el proyecto.
La Síndica ha rectificado a última hora y ha abandonado de una forma gráfica a Badia. Vilà le ha dejado plantado en una reunión a la que debía acudir este martes junto al resto de partidos de la oposición. En ella se debía tratar la investigación que ha iniciado el Ayuntamiento de Barcelona en la operadora mixta funeraria, Serveis Funeraris de Barcelona (SfB), por presuntas irregularidades.
Enfado de la oposición
Así, la Síndica ha dejado solo a Badia, que deberá afrontar una crucial votación este miércoles donde tiene todas las papeletas de salir perdiendo, salvo sorpresas de última hora. Y es que la cobertura de Assumpció Vilà al gobierno municipal en sus planes de constituir una nueva funeraria pública municipal ha levantado suspicacias en casi todos los actores implicados. En primer lugar, los partidos políticos, que han percebido el posicionamiento de la Síndica como una herramienta de presión al servicio del gobierno municipal. Fuentes de la oposición señalan a este medio la incomodidad que ha generado su significación en esta cuestión, habida cuenta de los múltiples temas existentes que no cuentan con tanta atención y dedicación de la ciudad.
Además, se trata de un proyecto que no cuenta con el apoyo de ningún partido político excepto la CUP, lo que indica las múltiples deficiencias del mismo. Así se lo han hecho saber en privado a Assumpció Vilà, según reconocen fuentes de la oposición que prefieren mantener el anonimato.
Plantón a los trabajadores
Quienes tampoco han pasado por alto la actuación de la Síndica han sido los trabajadores de Serveis Funeraris de Barcelona, compañía que cuenta con una participación del 15% del Ayuntamiento de Barcelona y un 85% de Mémora. El comité de empresa de los trabajadores de la operadora asegura que pidieron una audiencia con la síndica, pero se encontraron con el silencio de la institución. También han recibido con malestar el apoyo inicial de la Síndica a la propuesta de Badia sin antes conocer ni mediar en la parte que a ellos les afecta.
Por otra parte, la empresa Mémora ha recriminado a Assumpció Vilà que acusara a Serveis Funeraris de Barcelona de falta de transparencia en la contratación de sus servicios. Además, la compañía asegura que “nunca ha recibido ninguna información ni notificación por parte de la Sindicatura de Barcelona” sobre el inicio de ningún expediente.
Denuncias tramitadas por la Síndica
Cabe recordar que la última ofensiva del gobierno de Colau a la empresa mixta se apoya en unas denuncias tramitadas a través de la Síndica de Barcelona. Ésta las trasladó a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) --que actúa de oficio y pende del Ejecutivo local--, que el jueves inició una investigación y que se ha saldado con el anuncio de una auditoría a Serveis Funeraris de Barcelona.