Hutchinson ultima la instalación en la terminal que opera en el Puerto de Barcelona de una nueva tecnología que se ha desarrollado en Cataluña con la que se espera dar un salto adelante en la higienización de los contenedores para la exportación. Los transitarios de Altius y la empresa catalana Dry Sist, del grupo Castañé, han colaborado en diseñar un sistema que permite eliminar los patógenos de las mercancías y cumplir con las exigencias cada vez más estrictas en este sentido.
El origen de esta innovación está en la exportación de madera hacia China, uno de los múltiples negocios que se realizan desde la terminal. La dirección de Altius descubrió que el embarcadero de la capital catalana había perdido el transporte de 10.000 contenedores anuales de este segmento de actividad. Detectaron que se “habían ido al sur de Francia”, explica el director de la oficina de Drassanes de la compañía, Jorge Rodríguez.
Eliminar patógenos con calor
Los muelles de El Havre y Marsella les habían sisado el negocio gracias a una mejora que les permitía ser más rápido y contaminar menos en la desinfección. En lugar de usar el proceso químico que se realiza en el resto de embarcaderos, los galos trabajaban con el calor para eliminar todos los seres vivos (insectos, bacterias…) que habitan bajo la corteza de la madera en crudo. La que aún no ha sido transformada.
Este cambio no es precisamente menor. El procedimiento con sustancias agresivas se prolonga dos o tres días, ya que cada contendor debe pasar un tiempo para completar la fumigación y luego se debe ventilar. “Retrasa la exportación y genera más trabajo, ya que el deshecho químico debe tratarse después”, remarca el responsable de exportación de los transitarios, Joaquín Herrera.
Sistema de desinfección
Por este motivo, Altius y Hutchinson han buscado durante meses a una compañía que pudiera adaptar el proceso de eliminación de patógenos por calor en Cataluña. El grupo Castañé contaba con una maquinaria similar para desinfectar cajas de camiones que se dedicaban al transporte porcino. Con la marca Dry Sist lo han adaptado para tratar contenedores de hasta 22 toneladas de producto.
El sistema desarrollado para desinfectar contenedores en el Puerto de Barcelona / CG
Los responsables del proyecto aseguran que sus sistema mejora el que se usa en los puertos franceses, ya que el diseño contempla que use Gas Natural Licuado (GNL) para funcionar en lugar de gasóleo. De hecho, la primera máquina que se instala en el muelle de Hutchinson aún no ha empezado a funcionar porque debe pasar las inspecciones energéticas pertinentes.
6.500 contenedores al año
Han trabajado con el Institute of Agrifood Research and Technology (IRTA) y la Universidad de Lleida para determinar cuánto tiempo deben someterse a altas temperaturas las materias que pasarán la desinfección para que concluya con éxito. Las primeras pruebas ofrecen resultados satisfactorios en poco más de 60 minutos, hecho que les permitiría tratar unos 4.000 contenedores anuales si la máquina trabaja a pleno rendimiento de lunes a viernes en dos turnos.
Si se activa los fines de semana, cuando la actividad en la terminal de carga no cesa, se alcanzaría los 6.500 contenedores.
Más aplicaciones
Las cifras les hacen ser optimistas. Además, recuerdan que el sistema de calor también se podrá aplicar en las exportaciones de alfalfa o forraje, en el sector cárnico, en la desinfección de contenedores frigoríficos e incluso en exportaciones de automoción. El único requisito es el de ajustar muy bien el tiempo de tratamiento y la temperatura máxima para eliminar los patógenos sin malmeter la mercancía.
El sistema matabichos estará activo como muy tarde en abril. El plan estratégico suscrito entre los tres socios pasa por instalar una primera máquina y ampliar luego su número para poder atender las necesidades que estiman que surgirán en las exportaciones.
Exigencias de la ONU
Concluyen que, al final, la desinfección por calor es un proceso más seguro, menos caro y menos dañino para el medio ambiente. Cuestiones todas ellas capitales para asegurar el futuro del Puerto de Barcelona y cumplir con los requisitos sanitarios tanto de los países receptores como las exigencias que marca la ONU, ya que la mayoría de enfermedades que pasan de un país a otro lo hacen a través de las mercancías.
Todo ello, a la vez que recuperan 10.000 contenedores de madera actuales que ahora se operan desde Francia. Esto tendrá un impacto positivo para la industria de todo el país, ya que el puerto de Barcelona exporta madera que se recoge incluso en Pamplona. Su localización estratégica lo convierte en la puerta de salida natural de estas mercancías que ahora se quiere retener con innovación.