El incremento de los créditos al consumo en España está siendo aprovechando por las entidades financieras para obtener unos rendimientos superlativos.
Por término medio, la diferencia es del 63% respecto a la media de los países de la Eurozona. Mientras que aquí, los tipos de interés aplicados a operaciones de entre 1 y 5 años sube al 8,22%, en el resto de países el tipo aplicado apenas supera el 5%. Más de tres puntos porcentuales, según confirman los últimos datos disponibles del Banco de España.
Lo mismo sucede en el caso del TAE, la tasa media ponderada de todos los plazos, que fue del 8,75% frente al 6,19%, es decir, 2,57 puntos por encima y un 41,5% más elevada en España.
En el caso de las operaciones hipotecarias, las diferencias no son tan acentuadas en el corto plazo, ya que el tipo aplicado en el primer año es apenas un 0,63% más alto en España que en la zona euro, aunque en operaciones a más de 10 años la diferencia supera el 21%.
Aumento de compras pospuestas en la crisis
En su último informe de estabilidad financiera, el Banco de España señaló que el consumo en España crece desde mediados de 2016 a tasas significativamente mayores que las de los principales países europeos, lo que puede explicarse por unos niveles de partida inferiores que se están recuperando. De esta manera, se estarían materializando decisiones de consumo pospuestas en periodos anteriores por la mejora de la actividad económica y el empleo.
Además, indicó que el precio de este segmento de crédito es "sensiblemente superior" al de los principales países europeos, lo que explicaba por el contexto actual de tipos bajos de interés en el que se desarrolla la actividad bancaria. "Los elevados tipos de esta cartera crediticia podrían estar induciendo a las entidades a buscar oportunidades de obtener mayores rentabilidades pero que a su vez pueden llevar asociadas unos mayores riesgos", advirtió el supervisor.
Mercado menos competititvo y mayor morosidad
Según ha indicado a Europa Press el analista de XTB Joaquín Robles, la gran diferencia entre los tipos de interés de España y de la zona euro en los préstamos al consumo se puede deber a un mercado menos competitivo y a una tasa de morosidad superior a la media.
"La reestructuración bancaria en España implementada a partir del año 2012 fue más profunda que en el resto de Europa, lo que ha provocado que el sector financiero haya encarecido varias de sus operaciones ordinarias con el objetivo de incrementar sus beneficios en un entorno del 0% en los tipos de interés, donde es muy complicado mejorar sus cuentas trimestrales", ha explicado el analista.
Asimismo, ha recordado que una tasa de morosidad ligeramente superior a la media de la Eurozona encarece los créditos de forma directa, ya que la prima de riesgo en los créditos personales aumenta ante una mayor probabilidad de impago.
Ausencia de demanda solvente
En la misma línea, el analista de Selfbank Felipe López achaca la diferencia a la ausencia de demanda solvente en este tipo de créditos, cuyo histórico de morosidad es superior en España que en la media de la UE.
"Digamos que pagan justos por pecadores. Ha habido tanta morosidad que las entidades ajustan al alza los tipos de interés ofrecidos para que les salgan las cuentas y los préstamos devueltos cubran los impagados", ha apostillado.
De cara al futuro, desde XTB consideran que una progresiva subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en los próximos años favorecerá los resultados de las entidades bancarias, con lo que podrían volver a acercar los tipos de créditos al consumo a la media de la Eurozona y favorecer su operatividad.