Foment del Treball y Pimec estudian este miércoles las posibilidades reales de poder cerrar un pacto que termine en la lucha que ambas organizaciones mantienen desde hace 11 años. La pugna por el poder en el territorio de ambas patronales, la representatividad. El punto de partida de ambas organizaciones es común: el reparto que aprobó Jordi Pujol cuando era presidente de la Generalitat no tiene más recorrido. Por ahora, este es el único acuerdo en firme que existe en la negociación.
Sí que se han acercado posiciones en las últimas semanas. El debate actual es si las partes aceptan que la gran patronal catalana baje su poder del 70% actual, cifra en la que se suma el 15% que está en manos de Fepime, al 60%. Pimec crecería del 30% a una cuota del 40% en el escenario que se debatirá en las próximas horas.
Demanda de paridad de González
A pesar de que en cualquiera de los escenarios que se planteen sale como ganadora, las mayores reticencias para aceptar esta propuesta se encuentran en la patronal de pymes presidida por Josep González. Fue el propio ejecutivo el que cerró de forma tajante la puerta a esta posibilidad en el tradicional encuentro navideño con la prensa. Aseguró ante los micros y en todos los corrillos en los que se unió que no estaba dispuesto a renunciar a la paridad.
Reconoció que estaba molesto con las últimas declaraciones del líder de Foment, Josep Sánchez Llibre, en las que aseguraba que estaba dispuesto a ser “generoso” en la negociación. Según González, su organización debería detentar más del 50% de este poder patronal porque es la voz de las empresas que constituyen más del 95% del tejido productivo catalán, las pymes. Incluso aportó datos: “Si nuestras cuotas y presupuesto son el triple y tenemos muchos más empleados, podríamos obtener el 70% en un conteo”, advirtió a su rival.
Conteo
El líder de Pimec exigió a la Generalitat que si antes del viernes no se ha cerrado un pacto con Sánchez Llibre, debería cerrar la pantalla del posible acuerdo. Esa es la fecha que se incluye en el último calendario de negociación prorrogado. González reclama que se inicie la valoración objetiva de cuántos socios tiene cada patronal y base el nuevo reparto del poder de las patronales en Cataluña en la fotografía final. Pero la consejería de Trabajo, encabezada por Chakir El Homrani, no está por esta labor.
El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani / GENCAT
El Gobierno catalán no se quiere dejar más plumas en la pelea entre empresarios. Fuentes próximas a la Generalitat recuerdan que en todas las ocasiones en las que ha intentado intervenir le han arrastrado a los tribunales. Y no ha salido precisamente vencedor de los procesos. Indican que son lentos, costosos y con resultados inciertos.
Prórroga de la negociación
Felip Puig ya intentó hacer un conteo en 2015, pero retiró el decreto en el último momento ante los temores de que fuera impugnado. Resulta extremadamente complejo fijar un peso específico que diferencia grandes corporaciones como Caixabank o Naturgy frente a pymes, entre otras cuestiones que son pasto de contencioso.
Los allegados de El Homrani aseguran que intentará evitar en todo lo posible entrar en este jardín, por lo que insta a las patronales a alcanzar un pacto y se espera una prórroga en la negociación.
Otras condiciones de Pimec
No todos los miembros de Pimec mantienen una posición tan granítica como la de su presidente respecto al reparto que se propone. Fuentes de la patronal de pymes indican que les parecería correcto, siempre que se aceptaran otras condiciones más allá del porcentaje.
La primera de ellas es que Fepime se integre de nuevo dentro de Foment del Treball y que Cataluña sea de nuevo una territorio de dos grandes patronales. También piden que el reparto de representatividad se revise, hecho que les permitiría acercarse al gran objetivo de la paridad a medio plazo.
Los portavoces de la gran patronal catalana han declinado especular sobre la negociación que está en marcha. Se limitan a recordar el pacto de partida y piden que la negociación sea sosegada. Si no hay pacto antes de que termine la semana, se espera que el debate sobre el futuro reparto de la representatividad en Cataluña se prorrogue durante semanas.