José Luis Bonet ha sido reelegido presidente de la Cámara de Comercio de España para  un nuevo mandato de cuatro años, dado que la candidatura liderada por el actual copresidente de Freixenet ha sido la única que fue sometida a la votación del Pleno del organismo.

“No hay nada mejor que las empresas para favorecer la mejora de la vida de las personas”, así comenzaba Bonet su discurso en el acto de clausura tras la reelección, en el que mostraba su esperanza de que, hasta 2022, “podamos potenciar la capacidad del sistema cameral”.

Preguntado por la situación en Cataluña, Bonet cree que el Gobierno "no se debe precipitar en aplicar el 155, pero creo que es muy preocupante lo que está sucediendo con los CDR", comentaba. 

Financiación

Confía Bonet en que se produzca una mejora del sistema de financiación de la Cámara de España, aspecto clave para proseguir con el proceso de “transformación acometido” desde 2015.

Por otro lado, hacía especial hincapié José Luis Bonet en que la Cámara refuerce su papel consultivo, de enlace con la Administración, para conseguir que las empresas logren alcanzar las metas que se propone.

Papel tractor para las pymes

Una de las grandes estrategias a seguir pasa, según Bonet, por la necesidad de la internacionalización de la Cámara para conseguir un “papel tractor” de las pequeñas y medianas empresas en esa salida al exterior.

En esa proyección internacional, lanzaba el reto de “que las Cámaras de Comercio se conviertan en baluarte de la mejora tecnológica de las sociedades”, apuntaba el reelegido presidente de la Cámara de Comercio de España.

Maroto destaca el papel vertebrador de la Cámara

A renglón seguido tomaba la palabra la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien, tras felicitar a Bonet por la reelección, se congratulaba del “proyecto de país que la Cámara persigue para hacer que España recupere un papel relevante en el exterior”.

De cara a la reforma de la ley de Cámaras, la ministra puso en valor el papel integrador y vertebrador de la red cameral que “fomenta la competitividad de las empresas a todos los niveles y permite la generación de herramientas comunes que las sociedades, por sí solas, no podrían lograr”, resaltaba la ministra.