El comercio de Barcelona ha mostrado su enfado con el gobierno de Ada Colau por los múltiples frentes que asolan a este sector. Las 19 asociaciones que conforman Barcelona Oberta han leído la cartilla al gobierno municipal poniendo el acento en cada uno de los problemas que les afectan de forma más directa: el top manta, las limitaciones a las terrazas, la pérdida de turistas de calidad, la turismofobia, o la inseguridad, entre otras.
El concejal de Turismo, Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom, ha tenido que escuchar una por una las quejas y lamentaciones de diversos empresarios de este sector, ante la ausencia destacada de la alcaldesa Ada Colau, que se ha presentado en el último minuto para clausurar el acto.
Falta de proyecto
Uno de los más críticos ha sido el presidente de Barcelona Global, Pau Guardans, que considera que los retos a los que se enfrenta la ciudad tendrán que ser abordados por la sociedad civil porque el Ayuntamiento no lo está haciendo. En este sentido, ha mostrado su preocupación por la inexistencia de un proyecto de ciudad por parte del Gobierno municipal, que a su juicio, debería tener un planteamiento a diez o quince años vista: “Ahora toca que la ciudad reaccione y se movilice. Barcelona no tendrá liderazgo político en los próximos años y debemos asumir nosotros la iniciativa y pensar qué Barcelona queremos para los próximos quince años”, ha aseverado Guardans.
El exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona, Enric Truño, ha atribuido la mala gestión del comercio por parte de Ada Colau a la falta de consensos y al hecho de gobernar con solo 11 concejales. Como solución, propone que "el sector público lidere los proyectos para hacer crecer la ciudad y lo haga escuchando al sector privado".
Observatorio del comercio
El portavoz de la plataforma Afectados por el Top Manta, Fermín Villar, ha vuelto a reclamar a la administración que sancione la venta ilegal en la vía pública, mientras que el representante del Gremi d'Hotelers de Barcelona, Eduard Torres, ha llamado a combatir la desconfianza entre el sector público y privado.
El director del Grup Iglesias, Juan Carlos Iglesias, ha pedido a los concejales que se dejen de ideologías "que no hacen ningún bien a la ciudad”. También ha explicado que "Barcelona está perdiendo puntos en atractivo turístico mientras ciudades como Lisboa están ganando la partida". Una preocupación compartida por el presidente de Axel Hotels, Juan Julià, ha pedido que se deje "de demonizar el turismo", ya que "no solo es una fuente de ingreso, es una fuente de conocimiento y crecimiento".
Por su parte, la directora general del Grup Julià, Marian Muro, considera “necesario un gran pacto por el turismo”. Además, ha pedido al Consistorio que cree un observatorio del comercio, una propuesta que también recoge el manifiesto que ha leído Barcelona Oberta durante la jornada. La unión de ejes comerciales ha reclamado la creación de un consorcio que se dedique a la promoción de la ciudad para luchar contra los problemas que desprestigian a Barcelona.
En la misma línea, el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, ha asegurado que "los empresarios somos parte de la solución y no del problema", y ha pedido a los políticos que exista una buena relación entre el sector público y el privado.
El concejal Agustí Colom ha aceptado las críticas al admitir que existen muchos retos, aunque ha explicado que Barcelona es reconocida mundialmente por llevar a cabo una buena gestión del turismo.