CaixaBank, en un avance de los grandes números de su plan estratégico 2019-2021 que presenta este martes en Londres, baraja alcanzar un objetivo de rentabilidad superior al 12% en 2021, gracias al mantenimiento de un 12% de capital. Incluso, en la hipótesis improbable de que los tipos de interés no subieran en el trienio 2019-2021, el banco que preside Jordi Gual y que, como consejero delegado, dirige Gonzalo Gortázar, también contempla aumentar, por encima del 10%, esa rentabilidad.
El plan implica un crecimiento de los ingresos del 5% y dejar los gastos recurrentes en una subida del 3%. Ese aumento de los ingresos vendría por un incremento de los márgenes de intereses del 5%, de las comisiones en un 4% y de los derivados de los seguros en cerca del 10%.
Morosidad por debajo del 3%
El aumento de los ingresos pivotará sobre el crecimiento de la financiación a empresas, consumo y ahorro a medio-largo plazo, con un incremento por encima de mercado.
Uno de los grandes quebraderos de cabeza del plan 2015-2018, que ahora termina para CaixaBank, ha sido el del lastre que suponen los activos no estratégicos. Un aspecto que, en el próximo trienio, se confía dejar reducido por debajo del 3%.
Comportamiento de los clientes, según el Plan Estratégico de La Caixa / LA CAIXA
Dividendo: seguirá por encima del 50% de los beneficios
En su nueva hoja de ruta, el grupo contempla mantener una política de dividendo atractiva para los inversores, con un objetivo de payout (porcentaje del beneficio que se destina a dividendos) por encima del 50%.
La capilaridad de la entidad continúa siendo una ventaja competitiva y la reconfiguración de la red comercial, con la consolidación del modelo de oficina urbana Store (con un aumento hasta las 600 sucursales en 2021, desde las 285 previstas a cierre de este ejercicio).
Cuotas de mercado según el Plan Estratégico de La Caixa / LA CAIXA
Oficinas rurales y urbanas
Asimismo, ahondará CaixaBank en la apuesta por mantener el modelo de AgroBank en el ámbito rural (más de 1.000 oficinas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes), acercará todavía más a la entidad a las nuevas demandas de los clientes, a la vez que mejorará la eficiencia comercial, la productividad y el servicio.
Por otro lado, además de acelerar la reconfiguración de la red de oficinas con una evolución del modelo de relación especializado con el cliente, también se intensificará el modelo de atención remota inTouch de CaixaBank, hasta alcanzar los 2,6 millones de clientes (desde los 600.000 clientes en los que se prevé cerrar el ejercicio 2018).