“Estamos satisfechos con el balance del banco en los últimos años y, por eso, hemos tratado de hacer un nuevo plan marcado por unos ejes claros de continuidad, mejorando los aspectos en los que haya recorrido para hacerlo”, comentaba Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, antes de detallar los números más destacados del nuevo plan estratégico 2019-2021, presentado en Londres.
En la misma línea, Jordi Gual, presidente de la entidad, mostraba su satisfacción en la consecución con creces de los objetivos del plan que ahora culmina. “Han sido años de un contexto complicado, con tipos negativos y el mercado en desapalancamiento, además hemos tenido que atender grandes cargas regulatorias y una alta litigiosidad”, expresaba el presidente de CaixaBank a modo de balance del plan 2015-2018.
Objetivos cumplidos
Inicia CaixaBank el nuevo plan con unos objetivos cumplidos en los últimos cuatro años, con una rentabilidad que, hasta septiembre se situaba en el 9,4%, en la banda baja del margen previsto de entre el 9% y el 11%, con los ingresos ‘core’ incrementados hasta el 6%. También con una ratio de capital superior a la contemplada en 2015, situada ya en el 15,2%.
A partir de aquí, la entidad, decía Gual, ha manejado que “el crecimiento del PIB, tanto en España como en Portugal, ronde el 2% en plena desaceleración”. En cuanto a la evolución de los tipos, reconocía el presidente de CaixaBank, que “hemos sido muy conservadores previendo una subida supergradual en los próximos años”.
Digitalización permanente y excedente de plantilla
Entrando ya en las prioridades del nuevo plan, Gortázar hacía especial hincapié en el entorno cambiante de los clientes, con un fuerte crecimiento de los canales digitales, especialmente a través del móvil, cuya operativa en transacciones se ha incrementado un 47% entre 2015 y 2018.
Esta circunstancia se ha traducido en que en la última década el número de oficinas, a pesar de los procesos de adquisiciones acometidos, se ha reducido un 42%, de las casi 7.700 existentes en 2008 a las apenas 4.500 estimadas al finalizar 2018. La previsión es que en 2021 el número de oficinas se reduzca a unas 3.600, con el cierre de unas 800. Y las que quedan se están transformando, de manera que las nuevas oficinas store en los núcleos urbanos, que partían de 14 en 2015 y que rozan ya las 300, se duplicarían, hasta las 600 en 2021.
Cambio de roles de los empleados
Una línea de transformación de la red que, hasta 2021, conllevará la “reducción inevitable de la plantilla para mejorar la atención al cliente, y lo haremos, como siempre, de manera consensuada con los sindicatos”, reconocía Gortázar. "Ahora tenemos 37.000 empleados y no podemos saber exactamente el porcentaje de la reducción que se acometerá. Habrá que ver cómo evoluciona la transformación de la red", comentaba el CEO de CaixaBank al respecto.
De los empleados que quedan en el banco, se está llevando a cabo un "cambio de los roles que tienen" que ha permitido que, hasta 2008, tan solo 1.200 hubieran cambiado de labor, que ahora sean 6.400, y que se prevé alcanzar los 9.100 en 2021.