Una de cal y otra de arena. Es lo que viene a decir el banco estadounidense de inversión Goldman Sachs en su análisis sobre los aspectos macroeconómicos de la economía española. Revisa a la baja una décima el crecimiento del PIB en 2018, al 2,5%, y sube una décima su previsión para 2019, hasta alcanzar el 2,3%.
De cara a más largo plazo, la influyente entidad de Wall Street mantiene su confianza en la evolución de la economía española y ha confirmado sus proyecciones de expansión del PIB en el 2,1% en 2020 y el 2% en 2021, mientras que prevé una ralentización del crecimiento un año más tarde, cuando la economía de España crecerá un 1,5%.
El margen de crecimiento se estrecha
"Si bien la aceleración de la economía española ha quedado atrás, las recientes reformas y ajustes han apoyado la demanda externa, mejorando la competitividad, y la doméstica", señalan los analistas del banco estadounidense, aunque advierten de que cada vez tiene menos margen por delante.
Los nuevos pronósticos de Goldman Sachs para España se sitúan una décima por debajo de las expectativas del Gobierno en el caso de 2018, aunque coinciden con las previsiones del Ejecutivo español de cara al próximo ejercicio.
Revisiones de la OCDE y el FMI
En la última semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento para España, que este año crecerá a un ritmo del 2,6%, dos décimas por debajo de su anterior pronóstico, para moderarse al 2,2% el próximo ejercicio, frente a su anterior previsión del 2,4%, y al 1,9% en 2020.
Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado su pronóstico de crecimiento para este año al 2,5%, frente al 2,7% que contemplaba en octubre, mientras que ha confirmado su pronóstico del 2,2% para 2019 y pronostica una desaceleración de la actividad al 1,8% un año después.
Riesgos acechantes: 'brexit' e Italia
De este modo, la actividad de la económica en España seguirá creciendo en los próximos años a un mayor ritmo que la media de la zona euro, cuyas previsiones para este año y el siguiente han sido recortadas por Goldman Sachs ante los riesgos que la región tiene por delante, como el 'Brexit' o la situación presupuestaria de Italia.
En concreto, la entidad espera que la zona euro crecerá este año un 1,9% y un 1,6% en 2019, en ambos casos dos décimas por debajo de sus anteriores previsiones, mientras que confía en que la economía de la eurozona aumentará un 1,6% en 2020, así como un 1,5% en 2021 y un 1,4% en 2022.
Cifras "decepcionantes" en la UE
"Las últimas cifras de crecimiento de la zona euro han sido decepcionantes", señala la entidad, que confía en que en gran parte este debilitamiento responde a factores transitorios relacionados con la industria automotriz, aunque admite que en lo que va de año la tendencia de crecimiento subyacente de la zona euro ha perdido impulso.
Asimismo, considera que la economía europea se enfrenta a una serie de riesgos en 2019 que podrían dar como resultado una peor evolución de lo esperado, ya que la crisis presupuestaria italiana continúa sin resolverse y el país podría flirtear con la recesión el próximo año, mientras persiste el riesgo de un "Brexit desordenado", mientras parece que el foco de las tensiones comerciales con EEUU se ha desplazado hacia China.
"Aunque los riesgos son reales, hay todavía elementos positivos en Europa", sostienen los analistas de Goldman Sachs, señalando el crecimiento de los ingresos de los hogares de la región gracias a la mejoría del empleo y la aceleración en el incremento de los salarios.
Primera subida de tipos a finales de 2019
En cuanto a la política monetaria del BCE, los expertos de Goldman Sachs señalan que si se constata que la ralentización del crecimiento de la zona euro en el tercer trimestre fue transitoria y la economía recupera un ritmo de expansión del 0,4% a final de año, que permita reducir el desempleo e impulsar la inflación, el instituto emisor podría acometer en el último trimestre de 2019 una primera subida del precio del dinero.
"Esperamos que las compras netas del BCE cesarán a final de año y una primera subida, de 20 puntos básicos, en el cuarto trimestre de 2019, lo más probable en octubre", señala el banco, que maneja un escenario de subidas a partir de entonces de unos 20 a 25 puntos básicos cada dos o tres trimestres, que elevaría la tasa de depósito en el 0,75% a finales de 2022, frente al -0,40% actual.