La oposición en bloque criticó el martes al gobierno de Ada Colau por "poner trabas" al proyecto del Museo Hermitage, que finalmente se instalará en el Puerto de Barcelona. Todos los partidos de la oposición --excepto la CUP, que se ausentó durante el debate y la votación-- coincidieron en resaltar los aspectos positivos del proyecto, cuyos inversores esperan recibir un millón de visitantes al año --lo que le convertiría en el más importante de Cataluña--.
Los comunes se defendieron de las críticas a través del Comisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Subirats, que aseguró que el gobierno municipal no tiene "ningún factor de prejuicio ni de carácter ideológico" respecto a la franquicia del Hermitage, sino que no está en condiciones de valorar el nuevo proyecto porque no conoce ni su voluntad en la parte expositiva ni las garantías financieras para su viabilidad.
Aprobación del Puerto y Ayuntamiento
En este sentido, el consistorio ha reclamado a los promotores del Hermitage de Barcelona conocer el nuevo proyecto, para el que los inversores han encargado un nuevo edificio al prestigioso arquitecto japonés Toyo Ito en el Puerto de Barcelona, antes de pronunciarse. El museo está presupuestado en 52 millones de euros y será financiado íntegramente por inversores privados.
Aunque el proyecto del Museo Hermitage de Barcelona es privado, necesita de la aprobación de la Autoridad Portuaria de Barcelona, en cuyos terrenos se quiere construir, y del visto bueno del Ayuntamiento de Barcelona. La aprobación del Puerto de Barcelona ya la tiene, y tan sólo falta que reciban el visto bueno de la institución pilotada por Ada Colau.
Detalles por la prensa
Subirats manifestó que han mantenido una "actitud proactiva" frente al proyecto, aunque aseguró que el gobierno municipal obtuvo los detalles del mismo a través de la prensa, que difiere del inicial: "Tenemos la información que ha publicado la prensa. Y por lo que vemos, el proyecto que nos enseñaron no es el que se ha publicado. Se ha cambiado la distribución de los espacios, y sólo el 25% se destinaría a exposición".
Según él, tras conocer los detalles, llamó a la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa (PDeCAT), pero aún no disponen del proyecto.
Críticas de la oposición
Desde el PDeCAT, Mercè Homs pidió al gobierno local ser proactivo: "Es un poco cansino. Tantos años de sí o no. Cerremos la carpeta o abrámosla bien abierta", en referencia a las imprecisiones de la alcaldesa en torno al proyecto.
La edil de Cs Marilén Barceló se mostró especialmente crítica con Colau, a quien le exigió que presentara de una vez las cuentas municipales en vez de hacer de auditora y futuróloga cuestionando la viabilidad del proyecto económico del Hermitage.
"Más trabas que facilidades"
Pos su parte, la concejal del PSC Carmen Andrés pidió al Gobierno municipal que haga todo lo posible para facilitar el proyecto: "Han puesto más trabas que facilidades".
Mientras, la republicana Montserrat Benedí señaló los diversos problemas que presentaba la propuesta y que se han ido abordando. También destacó otros puntos que siguen en el aire, como la movilidad, donde se estudia habilitar buses marítimos para llegar al museo. Así, el espacio propiciaría la conversión de la Barceloneta en una destinación de turismo cultural.
Alberto Villagrasa (PP), defendió el museo por su contribución a cambiar el perfil del turista de la Barceloneta, a la vez que genera empleo y riqueza: "No estamos para rechazar el museo. Si queremos un turista cultural de calidad y familiar, tenemos que aumentar la oferta cultural".