Como se esperaba, no ha habido sorpresas en los tests de estrés realizados por la Autoridad Bancaria Europea (la EBA, en sus siglas en ingles), y los cuatro bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell) que se han sometido a ellos han superado el examen con solvencia, aunque rebajen su nota respecto a cómo se encontraban al inicio de 2017.
El control de las autoridades comunitarias mide la capacidad de los bancos para afrontar una nueva crisis a través del ratio de capital con el que afrontar un nuevo revés financiero.
Muy por encima del 5,5%
Aunque el examen no marcaba un baremo concreto, el mercado aludía al 5,5% como ratio base tras afrontar las pérdidas de un "escenario adverso" en 2020. Y las cuatro entidades españolas logran situarse entre 7,5% y el 9,2%, aunque den pasos atrás.
El test de la Autoridad Bancaria Europea mide la capacidad de resistencia y de recuperación de las 48 entidades que operan en el marco de la Unión Europea y Noruega con, al menos, 30.000 millones de euros en activos.
Test para el 70% de los activos
Un requisito que permite a este test amparar el 70% de los activos totales del sector bancario de la eurozona. Además, el Banco Central Europeo (BCE), como supervisor bancario, también lleva a cabo unas pruebas similares a unas 60 entidades adicionales, que se encuentran bajo su vigilancia directa.
El peor escenario macroeconómico contemplado en las pruebas de estrés implica una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea del 1,2% en 2018 y del 2,2% en 2019, antes de alcanzar un crecimiento del 0,7% en 2020.
Esta previsión negativa sobre la evolución de la economía representa, de forma acumulada, una desviación del 8,3% respecto del escenario base de las pruebas, que contempla un crecimiento del 2,2% este año, del 1,9% en 2019 y del 1,8% en 2020. Hace dos años, en los exámenes de 2016, esta desviación era más tenue y se quedaba en el 7,1%.