El ‘caso hipotecas’, con esa decisión del Tribunal Supremo que decidía que fuera la banca la que asumiera los impuestos ligados a los préstamos hipotecarios, en lugar de los clientes, como hasta ahora, ha centrado buena parte de la rueda de prensa protagonizada por el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, para analizar los resultados de la entidad al cierre de los nueve primeros meses del año. “Lo único que hemos hecho es cumplir durante 23 años con la ley, sin mala praxis, y por ello no nos pueden sancionar”, comentaba.
“Si, al final, el Supremo decide el 5 de noviembre que, definitivamente, cambia la ley, pues nos adaptaremos a lo que haya”, añadía Gortázar, quien reconocía que, de momento, “no hemos hecho ninguna provisión por este asunto hasta el cierre de septiembre”, y que, durante la semana transcurrida desde el anuncio del Supremo, “no hemos apreciado un aplazamiento de la firma de hipotecas, aunque entiendo que los clientes, que no han firmado unas arras de compraventa, decidan esperar al día 5”, señalaba el consejero delegado de Gortázar.
Si cambian las reglas, las hipotecas subirán
En relación a un aumento de costes futuro por el cambio jurisprudencial hipotecario, Gortázar decía que "vamos a esperar para saber el impacto", pero dejaba caer que "como industria, la banca tiene la obligación prudencial de tener en cuenta todos los costes a la hora de dar nuevos créditos" y, en ese sentido, si se produce ese cambio, daba el consejero delegado por hecho que las hipotecas serán más caras para los clientes que contraten nuevos préstamos.
Sobre el tema recurrente de la nueva ronda de concentración bancaria en España, Gortázar lo descartaba a corto plazo, “pero sí puede haber algo más tarde, debido a que el sector sigue sometido a un bajo crecimiento, mientras aumentan las presiones de nuevos players que buscan quedarse con una parte de nuestro negocio", reconocía el consejero delegado de la entidad presidida por Jordi Gual.
El origen de la salida de depósitos el 1-O, bajo siete llaves
Preguntado Gortázar por el importe que hace un año provocó la salida de depósitos de las entidades catalanas, tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O, el ejecutivo de CaixaBank se negaba a comentar el origen de esa salida, respecto a los rumores surgidos de que el Estado presionó en ese sentido sobre el proceso secesionista.
"No podemos dar cifras sobre los movimientos de nuestros clientes", apuntaba, para, acto seguido, recordar que la decisión de cambio de sede, de Barcelona a Valencia, se tomó "por unanimidad del consejo y para evitar que se resquebrajara la confianza de los clientes por lo que estaba pasando en Cataluña.
Al margen de los temas más polémicos, la rueda de prensa servía a Gortázar para hacer balance del plan estratégico que está a punto de concluir, y anunciar que, dentro de un mes, "a finales de noviembre presentaremos el nuevo para los próximos tres años", confirmaba el consejero delegado de CaixaBank.
Reducción de activos problemáticos, de 22.000 a 12.000 millones
En ese balance, destacaba el ejecutivo de la entidad financiera cómo "tres de cada diez españoles trabajan con nosotros" y, desde el punto de vista contable, cómo "en los últimos cuatro años hemos conseguido reducir los activos problemáticos de 22.000 a 12.000 milones de euros", apuntaba. En ese sentido, recordaba el "vuelco importante registrado en 2018, con una reducción de la morosidad en más de 2.000 millones de euros", gracias, entre otras operaciones, al acuerdo con el fondo tejano Lone Star, "que esperamos cerrar antes de que finalice el año", decía Gortázar.
"Crece lo que tiene que crecer y baja lo que tiene que bajar". Así de gráfico se mostraba el ejecutivo de la entidad para mostrar cómo la nueva producción de crédito ha aumentado en todos los ámbitos entre enero y septiembre. "En empresas lo hace en un 14%, con 15.000 millones, las hipotecas suben un 9%, con casi 5.000 millones prestados, y crecen al 15% los creditos al consumo, con 6.500 millones otorgados, tanto de manera directa como con acuerdos con otras sociedades", cuantificaba el CEO de CaixaBank.
Riesgo controlado del crédito
Sobre este aumento de los créditos al consumo, Gortázar quiso rebajar las críticas que, desde algunos organismos se han vertido, sobre el riesgo que comporta, para señalar que "el peso del créditos al consumo en España no es exagerada, en el 7%, en línea con los países de nuestro entorno. Y en CaixaBank esa exposición es del 6%", añadía.
Al respecto, recordaba cómo el actual volumen crediticio está "un 20% por debajo del que había hace 10 años, y la nueva producción de 2019 es un 30% inferior a la que se daba en 2007, año en el que hubo excesos en todos los ámbitos, y no solo en el inmobiliario".