El futuro de la movilidad en las ciudades pasa por los vehículos de tracción sostenible y las empresas lo saben. Muchas de las compañías del sector (sobre todo, las start ups) se están adaptando a este futuro con celeridad para potenciar su crecimiento y posicionarse entre los consumidores como referentes. La plataforma francesa de alquiler de coches Drivy es una de ellas. Ha anunciado que en 2019 comenzará a incluir coches eléctricos en su oferta en Barcelona hasta alcanzar los 150 vehículos eléctricos al finalizar el año. Eso sí, siempre que las cifras de negocio cuadren.

El plan será implementado de forma escalonada durante el ejercicio que viene. A principios de año quiere que el 2% de su flota en la Ciudad Condal sea eléctrica --es decir, introducirá entre 25 y 30 coches eléctricos en ella-- e irá aumentando el porcentaje hasta los 150 vehículos hasta finalizar el año.

Cambio de modelo de negocio

El modelo empresarial de Drivy se enfrenta a un cambio importante con la introducción del coche eléctrico en su oferta. La compañía nació bajo el modelo de economía colaborativa, que ponía en contacto a personas sin coche que necesitaban uno para un trayecto determinado con propietarios de vehículos con afán de sacarles rentabilidad. Es decir, su negocio se basaba en facilitar el alquiler de automóviles entre usuarios. Más tarde amplió su oferta gracias a las colaboraciones de empresas de alquiler de coches, pero nunca los tuvo en propiedad.

La idea actual es que nuevos conductores que posean vehículos eléctricos se sumen a la plataforma, con la dificultad que ello supone --entre otros aspectos-- por la poca introducción de este tipo de coches en el parque automovilístico español. Las opciones que baraja Drivy pasarían por crear alianzas con empresas y marcas que quieran potenciar el uso del coche eléctrico o por la compra de ellos para ponerlos al servicio de sus clientes. Esto es, pasar de ser el canal de contacto al propietario de la flota, con el riesgo económico que ello conlleva.

Sostenibles sin encarecerse

Los ingresos de Drivy provienen de una tasa que cobran por hacer de intermediario. El diario Expansión publica que de cada alquiler que se realiza a través de esta empresa, el 70% de los ingresos van al propietario; el 17%, a la plataforma y el 13%, a la compañía de seguros. El director de Drivy en España, Jaume Suñol ha declarado al diario económico que la idea pasa por que “los vehículos eléctricos que se sumen al servicio no carguen con nuestra comisión”.

Según la directora de marketing de la compañía en España, Raquel Priego, Drivy refuerza su apuesta por la movilidad sostenible. “Hasta hoy contribuíamos a disminuir los coches en la ciudad fomentando el alquiler; ahora también queremos reducir las emisiones”, explica.

Financiación

La start up de origen francés busca cerrar una ronda de financiación en la que espera hacerse con más de 31 millones de euros --cantidad que captó en la última ampliación de capital, hace dos años--. El importe iría enfocado a la compra de los vehículos eléctricos, así como a renovar el sistema tecnológico de la plataforma.

Drivy cuenta con unos 1.200 coches en Barcelona y posee una de sus principales oficinas en la ciudad. La empresa también está presente en mercados como Alemania, Bélgica, Austria y Reino Unido. Su flota internacional asciende a 50.000 vehículos.

Crecimiento previsto

Además de en Barcelona, Drivy cuenta con gran cantidad de usuarios en Madrid y también está presente en Sevilla, Valencia, Málaga, Bilbao y en otros municipios turísticos de menor tamaño. Comenzó a operar en el país en 2005 y su crecimiento desde entonces ha sido exponencial. A inicios de 2018 contaba con más de 140.000 usuarios y 5.000 coches disponibles. 

El objetivo de la compañía apunta a doblar los números nacionales durante el ejercicio en curso hasta alcanzar los 300.000 usuarios y una flota de 10.000 vehículos.