Hay situaciones inesperadas en las que necesitamos liquidez inmediata. Tanto puede ser por un imprevisto en nuestra casa como para gozar de las vacaciones que siempre hemos soñado. Cuando nos encontramos ante tal tesitura debemos pararnos a analizar las diferentes posibilidades y conocer algunos consejos para saber elegir un préstamo personal.

Pide siempre la cantidad justa

Cuando solicites un crédito no te quedes corto ni te pases. Aunque hace unos años era habitual solicitar más dinero del necesario para poder darnos algún capricho, hoy en día no sale a cuenta. Debido a la crisis económica los bancos no son tan laxos a la hora de conceder dinero y, además, a mayor cantidad de dinero solicitada mayores serán los intereses y comisiones que tendrás que pagar.

Fíjate en el tipo de interés y en todas las condiciones

Antes de aceptar el crédito presta especial atención a las comisiones y a los tipos de interés que tendrás que pagar por la financiación. Aunque el negocio parezca un chollo la letra pequeña puede acabar jugándonos malas pasadas.

Presta especial atención a la TAE (Tasa Anual Equivalente), esta referencia orientativa es la que engloba el precio total de la financiación ya que incluye los gastos, las comisiones y los intereses. Gracias a la TAE podemos comparar de manera homogénea productos financieros diferentes.

Evita el “dinero rápido”

En los últimos años y, sobre todo durante la crisis, han proliferado entidades financieras que ofrecen pequeñas cantidades de dinero en cuestión de minutos sin necesidad de presentar avales o garantías que aseguren que podemos devolverlo. Aunque sean muy tentadoras, estas entidades acostumbran a cobrar intereses mucho más altos que las entidades bancarias.

En bancos con un gran recorrido como Openbank del Grupo Santander podrás solicitar desde 300€ hasta 24.000€. En este caso la entidad ofrece en su página web información detallada de todas las comisiones y tipos de interés.

Establece un plazo de devolución lo más reducido posible

Analiza tu situación financiera e intenta ajustar tu economía lo máximo posible para devolver el dinero en el menor tiempo posible. Cuanto menos tiempo tardes en pagar, menores serán los intereses que tengas que abonar a la entidad bancaria.

Con todo, no pretendas lo imposible y se realista ya que, si surge un imprevisto y un mes te retrasas, serás penalizado. Recuerda que con las entidades de banca tradicional tienes aproximadamente desde 12 meses hasta 5 años para devolver el préstamo.

No incumplas los pagos

Para evitar ser sancionado por la entidad abona el capital y los intereses en los plazos fijados. Aunque te retrases un solo día, la entidad podría aplicar intereses de demora, que acostumbran a ser bastante  superiores a los intereses ordinarios.

Aprovéchate de beneficios justificando la inversión

Algunas entidades ofrecen beneficios dependiendo del uso que le vayas a dar al dinero prestado. No es lo mismo pedir un préstamo para pagar deudas que para invertir en un nuevo negocio. Si le comunicas a la entidad el verdadero motivo de la inversión tendrás más posibilidades de recibir el préstamo personal e incluso podrás gozar de ciertos beneficios.

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