Después de un año marcado por el concurso de acreedores, Miró Electrodomésticos refleja crecimiento en su último ejercicio fiscal (de octubre de 2017 a septiembre de 2018). La compañía alcanza 32,1 millones de euros en ventas, o lo que es lo mismo, un aumento del 8% en los resultados de facturación con respecto al periodo anterior.
Miró solicitó concurso de acreedores durante 2016 y se deshizo del mismo el pasado junio. Fue posible gracias a los votos favorables del 69% de los acreedores sobre el plan de viabilidad para la marca.
Plan de viabilidad de Miró
El plan para la supervivencia de Miró comportaba una reestructuración de la compañía que supuso un recorte del 57% de los costes estructurales. Asimismo, incluía una reducción del 80% de la deuda en un ejercicio y un plazo de tres más para barrer el 20% restante.
La cadena ha cerrado sus principales establecimientos en centros comerciales y grandes superficies, tal como publica Expansión. En la actualidad la cadena tiene 27 tiendas y emplea a 133 personas. La nueva estrategia se enfoca hacia crear nuevos establecimientos en locales de tamaño medio --lo que comportará un precio más bajo en los alquileres y un ahorro para la marca-- y apostar por zonas del centro urbano. Miró prevé abrir dos nuevas tiendas en Cataluña antes de 2019.
Nuevo nicho de mercado
En paralelo, la empresa de electrodomésticos busca afianzarse en nuevas líneas de negocio con el objetivo de acercarse a un público más joven y diversificar sus fuentes de ingresos. La movilidad sostenible es una de ellas con la introducción de patinetes y bicicletas eléctricas en las tiendas de la cadena. La firma Miró también ha multiplicado por cinco la venta de consolas en el último ejercicio.
Miró ha apuntado que prevé mantener el actual ritmo de crecimiento y elevar las ventas un 10% en el ejercicio 2018-19. El resultado neto actual no se ha revelado pero según su director general, Matteo Buzzi, se encuentra “próximo a la rentabilidad”.