Prosiguen los bandazos de los accionistas de referencia de Dia, con la sospecha por parte de muchos analistas de que detrás de las últimas incongruentes y estrambóticas decisiones tomadas por esos accionistas de la cadena estaría la larga mano del magnate ruso Mikhail Fridman.
En principio, según los datos actualizados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el empresario ruso, a través de la luxemburguesa Letterone, ostenta el 29%, que será suyo a todos los efectos el próximo 19 de octubre cuando ejerza la opción de compra del 14%, en virtud de sendos acuerdos firmados con Goldman Sachs.
Es la única certeza que se tiene en este culebrón montado por Fridman hace 10 meses para hacerse con el control del grupo de supermercados.
Espantada de Baillie Gifford
Lo demás, en pura lógica, no hay por dónde cogerlo. Sobre todo, esa espantada del capital de Dia que está llevando a cabo el fondo independiente escocés Baillie Gifford, si se tiene en cuenta que, desprenderse del 10% que atesoraba desde 2015 al precio actual de 2 euros, le supondría asumir unas minusvalías de unos 175 millones de euros.
De momento, en 3 operaciones --realizadas los días 7 y 12 de septiembre, y el pasado 2 de octubre-- Baillie Gifford ha vendido 26,51 millones de acciones, el 4,4% de Dia. De haberlas vendido al actual valor de mercado, hubiera ingresado unos 53 millones de euros, 100 millones menos de los que pagó por ellas.
El sentido de una aparente locura
Una locura sin mucho sentido. Le hubiera bastado con aguantar a que Fridman lanzase la OPA para, al menos, recuperar lo invertido. Al no hacerlo y empeñarse en vender, todo parece indicar que Baillie Gifford habría alcanzado un acuerdo con el magnate ruso para, a cambio de cederle ese 4,4%, compensarle las minusvalías en las que hubiera podido incurrir.
De esta manera, Fridman contaría con un 33,4% de Dia, ampliable hasta el 39% si las ventas, por parte del fondo escocés, prosiguen en los próximos días y se deshace del restante 5,625% que le queda.
Hasta enero la OPA no bajaría de 4 euros la acción
Lógicamente, se trata de un acuerdo que el empresario ruso habría hecho a través de otra empresa, distinta a Letterone, para evitar superar el 30% y verse obligado ya a lanzar la OPA, a un precio mínimo de 4 euros. Para pagar menos debe esperar a que, en enero de 2019, se cumpla un año de la última compra.
No queda aquí la cosa. Al margen del 14% que Goldman Sachs transferirá a Fridman el próximo 19 de octubre, al banco de inversión estadounidense le sobra un 1,79% de Dia que, en buena lógica, también irá a parar a manos del magnate ruso, con lo que, el porcentaje en manos de Letterone estaría ya en el 35%.
El 10% de Norges y Société Générale, en el punto de mira
A partir de aquí, será interesante saber el papel que juegan en toda historia los otros dos accionistas de referencia, el fondo soberano noruego Norges y el banco francés Société Générale. Cada uno suma un 5% del capital de Dia, en su mayoría en instrumentos financieros derivados colocados en préstamo a los inversores bajistas.
Unos inversores a corto que dan por hecho que la OPA no se producirá de manera inmediata y que han entrado en esta operativa, con el 0,5% del capital, como ha sucedido con JPMorgan y Squarepoint.