El sector de las lavanderías de autoservicio está en auge en España. De los 798 establecimientos de este perfil que había en 2014 se ha pasado a los 1.640 en el último año, según las cifras de la Asociación Española de Franquiciados (AEF). Se trata de un mercado en el que aún hay lugar para cierta expansión y la multinacional alemana Miele espera sacar tajada de ello. De hecho, ha puesto en marcha una ambiciosa hoja de ruta para hacerse con el liderazgo.
Su principal punto fuerte es la marca, explican fuentes del sector. Los electrodomésticos de Miele tienen un prestigio reconocido entre el gran público y su presencia queda más que clara en la red de establecimientos de la filial que opera en este segmento, Bloomest. Se reivindica como el único fabricante que ha entrado en el sector y sus ejecutivos en España remarcan que las máquinas utilizadas son las únicas que, por ejemplo, permiten lavar tejidos de lana o impermeables.
Exterior de una tienda Bloomest
Apertura de 300 tiendas
El objetivo de la firma para los próximos cinco años es inaugurar 300 autolavanderías en el país. Antes de que termine el ejercicio en curso se deben alcanzar las 20 tiendas en activo. El foco para cumplir con el objetivo está puesto en el mercado catalán.
En agosto se abrió una flagship store en Barcelona y en las próximas semanas están previstas inauguraciones de establecimientos en el barrio de Sant Andreu de la misma ciudad y en las localidades de Sant Feliu de Llobregat y Vic (Barcelona).
Perfil del usuario
El establecimiento estrella está situado a pocas calles de la Sagrada Familia, aunque no es el turismo el principal perfil de usuario al que se enfoca Bloomest. El director comercial en España, Gianluca Falchi, explica en conversación con Crónica Global que buscan posicionarse en barrios “bastante masificados y en entornos donde las personas desarrollan sus compras diarias”. Es decir, cerca de “supermercados, peluquerías o bares de barrio”.
El director comercial en España, Gianluca Falchi / CG
El ejecutivo señala que es preferible enclaves donde haya “cierta inmigración, sobre todo latina porque es un público que responde muy bien a este tipo de servicios”. Indica que cada vez más familias “de nivel social medio” empiezan a usar las lavanderías de autoservicio, tanto en España como en el resto de Europa.
Crisis y cambio de comportamientos
La crisis ha sido uno de los factores capitales de la proliferación de esta actividad, tal y como muestran los datos de AEF. Las familias han recortado gastos y en la adquisición de electrodomésticos se invierte antes en comprar una nevera que en una lavadora. A ello se le ha sumado un cambio de tendencia de los comportamientos y los hábitos de vestir.
El uso de prendas delicadas que requerían un lavado profesional se ha reducido a la mínima expresión y los autoservicio son cada vez más populares para elementos como los edredones o las cortinas, ya que son más económicos. El primer efecto de ello es que los establecimientos tradicionales de barrio desaparecen.
Sin impacto laboral
En la proliferación de las lavanderías de autoservicio también se explica por las tasas de retorno de la inversión. En un entorno de bajos tipos de interés y con un inmobiliario en crecimiento, Falchi asegura que los franquiciados tardan de media “dos años y medio” en conseguir en caja todo el dinero que movilizaron para iniciar la actividad. Puntualiza que “en los dos primeros meses la tienda empieza a cubrir costes” debido a la forma en que funciona.
No cuenta con gastos laborales fijos porque la plantilla es nula. Todos son procesos remotos, desde el dispensador de jabones hasta la puesta en marcha de las máquinas a través de una tarjeta recargable.
Inversión al entorno de los 65.000 euros
El ejecutivo también reivindica que han puesto en marcha un “modelo de franquicia flexible”. Señala que Miele no cobra “un canon de entrada” a los inversores, así como tampoco les obliga a asumir un “fee mensual sobre los ingresos” ni los ata a contratos de publicidad o de duración mínima de apertura. El precio medio en abrir una tienda ronda los 65.000 euros. Este es el coste de la “obra civil”, los casi 40.000 euros que calculan que vale adecuar los espacios, y la instalación de las máquinas y la decoración.
Interior de una tienda Bloomest
El ejecutivo manifiesta que los franquiciados son libres de elegir con quién quieren realizar la obra, pero que la casa madre será “inflexible” al exigirle “que el espacio esté bien cuidado, bien gestionado y que se mantengan los estándares de calidad”.
Compra de Miele de Lavapìu
Falchi asegura que la imagen visual del establecimiento es clave para conseguir los grandes objetivos de Miele. Asegura que en el mercado italiano, que ya ha llegado a la saturación de la actividad, se ha demostrado que sólo sobreviven las autolavanderías más bellas y cuidadas.
Bloomest opera desde hace años en el país transalpino. De hecho, Miele entró en este sector de actividad al comprar en 2016 una empresa con 15 años de experiencia, Lavapìu. Se quedó con una participación de control y lanzó la expansión internacional. España, por tener un perfil socioeconómico similar a Italia, fue el primer país en el que se puso un pie. La firma opera en estos momentos en Andorra, Austria, Suiza, Malta y también planean crecer en breve en Rumanía.
Tarjeta para el uso de las lavadoras de las tiendas Bloomest
La filial de Miele cerró 2017 con una facturación de siete millones de euros. La previsión del ejercicio en curso es alcanzar, como mínimo, los 7,5 millones.
Empresarios
Se confía en que el mercado español será una palanca importante para alcanzar estas cifras. El director comercial de Bloomest-Lavapìu señala que en los últimos tiempos han visto como cada vez más pequeños inversores se les acercaban para negociar la apertura de varias autolavanderías a la vez.
Pone como ejemplo el proceso de apertura de la tienda que se ultima en Sant Andreu. La promueven dos empresarios catalanes que se han comprometido con la compañía en instalar otros cinco establecimientos en otros barrios de Barcelona. Para Falchi, el retorno del capital ha sido el elemento capital que ha promovido la decisión.