Coca-Cola ha cerrado el conflicto laboral con sus trabajadores de la planta de Fuenlabrada (Madrid) in extremis. Unos 160 empleados presentaron denuncias individuales contra la multinacional y el macrojuicio estaba previsto para este jueves. La noche del miércoles, según eldiario.es, se reunieron ambas partes en un encuentro de conciliación para concretar el pacto.
En 2014, la compañía llevó a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a 821 personas, que después quedó anulado por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. La empresa tuvo que readmitir a los trabajadores afectados y a pagarles los salarios que no habían recibido durante el tiempo que duró el proceso.
Otras funciones
Unos 160 empleados denunciaron después a la empresa al asegurar que se les habían cambiado las funciones una vez readmitidos. Coca-Cola se compromete ahora a aplicar las funciones que exigen los trabajadores. De esta forma, pone punto final a un conflicto laboral que empezó hace cuatro años y evita el juicio.
Las nuevas funciones fueron motivadas, en parte, por el cambio en la planta de Fuenlabrada: pasó de ser una fábrica de producción a un centro logístico. Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo habían avalado esta readmisión. Sin embargo, una vez readmitidos los trabajadores la empresa volvió a cambiar sus funciones a algunos de los asalariados.
Denuncias colectiva e individuales
Los trabajadores presentaron una denuncia colectiva y 160 individuales. La primera fue avalada por un juzgado de Madrid, mientras que las demás tenían que empezar su juicio este jueves. Coca-Cola decidió entonces cambiar de estrategia y comenzó a negociar con los sindicatos con tal de desjudicializar el conflicto, una situación alcanzada con el acuerdo del miércoles.