Blackstone, ya como propietario de la socimi Hispania, tras el éxito de la OPA que ha dejado a su filial luxemburguesa Alzette con el 90,58% del capital, ha presentado, con el lógico retraso por el cierre de la operación, las cuentas de la sociedad inmobiliaria al cierre del primer semestre de 2018.
Cuentas que dejan sentir el impacto de la indemnización que, como consecuencia de la rescisión unilateral del contrato, va a percibir Azora. La gestora, dirigida por Concha Osácar y Fernando Gumuzio, que, entre comisiones por su trabajo y la compensación anticipada del acuerdo, percibirá 224 millones.
La rescisión del contrato con Azora se deja sentir
Aunque la firma de la ruptura del contrato entre Hispania y Azora se produjo este lunes, en el consejo que aceptaba las dimisiones de Osácar y Gumuzio, el impacto de este asunto ya se dejaba sentir sobremanera en las cuentas cerradas a junio.
Así, aunque el resultado operativo reflejaba un incremento de casi 8 millones de euros, básicamente por los más de 10 millones de ingresos procedentes de las rentas de los activos, al final el beneficio se resentía notablemente. Contabilizaba una caída del 55%, desde los 161 millones registrados hace un año a los apenas 72 que se alcanzaban a junio de 2018.
213 millones de provisión
Un recorte de las ganancias que obedece a la provisión de 191 millones de euros por los honorarios de incentivo a abonar a Azora y otros 22 millones correspondientes a un pago compensatorio por la resolución anticipada del contrato.
Como consecuencia de este ‘agujero’, cuyo importe es cuatro veces superior a los 60 millones de euros que, a 30 de junio, tenía la socimi en caja, los responsables de Blackstone en España, con Claudio Boada al frente --ya sentado en el consejo--, se veían obligados a mover rápidamente ficha para que este impacto no afectara a su equilibrio financiero.
Línea de financiación de 340 millones con BNP
Así, este martes suscribía con BNP Paribas una nueva línea crediticia, por importe de 340 millones de euros, para financiar o refinanciar deudas. Un apalancamiento que vence el 16 de febrero de 2020, con dos posibles prórrogas de un año cada una a opción de la socimi.
Lo que hace Blackstone con esta maniobra es cubrirse las espaldas y no pillarse los dedos con el crédito sindicado corporativo firmado por Hispania el pasado 26 de febrero, por un importe máximo de 745 millones, y del que recibió 470 millones para la compra de la cadena hotelera BAY al Grupo Barceló y otros activos.
Mitigar el riesgo
El vencimiento de esta deuda se fijó entonces para el pasado 26 de agosto, pero un mes antes Hispania extendía el vencimiento por un periodo de 6 meses. Ahora, con la línea financiera concedida por BNP Paribas, la socimi logra mitigar el riesgo que suponían vencimientos a corto plazo por deudas tan elevadas.
Hasta diciembre de 2017, Hispania solo contabilizaba vencimientos de deuda a uno o dos años por menos de 28 millones de euros, pero, tras la firma del sindicado, los elevaba, a 30 de junio pasado, a 488 millones en ese mismo periodo.