El magnate mexicano Carlos Slim sigue dándole vueltas al tema de cómo enderezar el errático rumbo en el que sigue inmerso la promotora Realia, viendo cómo trimestre tras trimestre los resultados dejan mucho que desear, con unos ingresos del segmento patrimonial, recurrentes pero estancados, y una actividad promotora cuyo relanzamiento no acaba de tomar impulso, y que, en el mejor de los casos, su impacto no se vería reflejado en el balance hasta dentro de tres o cuatro años.
En este marco, las últimas decisiones tomadas por el equipo que capitanea el consejero delegado Gerardo Kuri, siempre bajo el visto bueno del empresario azteca, no acaban de tener una directriz clara.
Decisiones dispares
Así, hace un año Realia ponía a la venta la Torre BCN, su principal activo en Barcelona, y a pesar de recibir ofertas cercanas a los 150 millones de euros, optaba por retirar finalmente el activo del mercado alegando un cambio de estrategia, ligado a que el inmueble –que alberga la sede de KPMG en la ciudad-- se encuentra en una zona, en L'Hospitalet de Llobregat, fuertemente revalorizada en los últimos meses, y por el que se podría obtener más en el futuro.
Este repliegue en Barcelona contrastaba con el acuerdo alcanzado unos meses antes, en octubre de 2017, para vender en Madrid, por 52 millones de euros, el edificio Los Cubos a la inmobiliaria francesa Therus, socio del grupo inversor británico Henderson Park. Se trataba de la primera operación de venta de un activo de Realia que acometía Slim tres años después de tomar el control de la inmobiliaria.
En esas decisiones un tanto contradictorias tampoco acabaron de entender los analistas que siguen a la promotora la lógica de pagar al Ministerio de Defensa casi 28 millones de euros por un solar en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, cuando Realia cuenta con suelo a mansalva en otros municipios de la Comunidad de Madrid.
Mudanza a la vista
Y ahora llega una nueva decisión por parte del equipo que dirige Kuri Kaufman, la de trasladar al personal de Realia a la sede de FCC. De esta forma, queda vacante toda un planta de la Torre KIO, que, a partir de ahora, podría ser alquilada.
El consejo del pasado 12 de septiembre acordaba trasladar el domicilio social de la inmobiliaria a la sede de FCC, en Las Tablas, uno de los nuevos barrios levantados al norte de la capital, donde también tienen su sede Telefónica y el BBVA, entre otras grandes compañías.
Solo 40 empleados en Torre KIO
Actualmente, en la Torre KIO apenas prestaban servicio unos 40 empleados, lejos de aquellos cerca de 600 que conformaban la plantilla de Realia en 2006, en el periodo álgido del boom inmobiliario.
Al margen de los algo más de 40 empleados que trabajaban en Torre Realia y que ahora se mudarán a la sede de FCC, la promotora suma en su plantilla otros 45 trabajadores de su asociada Hermanos Revilla que, en su mayoría, están vinculados a labores de recepción y conserjería de los edificios.
Mil metros cuadrados alquilables, 4 millones de renta
Con la liberación de este espacio en Torre Realia Madrid, la inmobiliaria contará con unos 1.000 metros cuadrados más de superficie alquilable en la zona prime de la capital. Con los precios que en estos momentos se barajan, el alquiler de la planta podría reportar una renta anual cercana a los 4 millones de euros.
La mudanza también ha sido interpretada por algunos analistas como el primer movimiento que da Slim para acometer la futura integración de Realia en FCC.
Al ser preguntado por esta cuestión en el investor day celebrado el pasado 31 de julio, el empresario mexicano respondía con un enigmático “de momento no hay ningún plan”, de manera que Realia seguiría desarrollando suelo. Además, añadía que “para FCC no está en sus proyectos tener inmuebles de renta, sino tener inmuebles que se desarrollen para la venta”.