Las redes sociales se asemejan cada día más a las armas, que como reza el dicho, las carga el diablo. Un mensaje puede convertirse en viral rápidamente. Ello implica que llegue a las cuatro esquinas del país en cuestión de minutos. Si el aviso contiene carga explosiva de varios neutrones, el daño puede alcanzar proporciones incalculables.
La última empresa que se ha visto en semejante trance es la histórica Vichy Catalán, de Caldes de Malavella (Girona). Los orígenes de la firma se remontan a 1883. Hoy su control está en manos de la familia Renart, encarnada en Joan Renart Montalat, quien empuña las riendas de la gestión. El martes y miércoles corrió como la pólvora un comunicado que ataca con saña a la histórica marca.
Varios envases de Vichy Catalan, en el medio, la botella con el tapón amarillo
Territorio independentista
Vichy es la mayor y más antigua compañía de Caldes, municipio de 7.200 habitantes donde los partidos independentistas obtuvieron en las elecciones autonómicas de 2017 casi el 60% de los votos. Es también una de las entidades que más empleo genera en la zona.
La nota comienza recordando que la muy conocida expendedora de agua con gas alcanza una cuota del 40% del mercado español. “Los ciudadanos --reseña-- tomamos en este país poca agua con gas, pero cuando la pides en un bar o restaurante, casi siempe ponen Vichy Catalán”. A continuación prepara el terreno: “Resulta que en el pueblo donde el 10% de la población vive de vendernos su agua, no quieren ser españoles. Y además, su Ayuntamiento ha aprovechado la visita del Rey Felipe para dar a una plaza el nombre de “1 de octubre”.
El anuncio viral acaba soltando la bomba e insta abiertamente al boicot: “Los españoles somos tan imbéciles que damos nuestro mercado y nuestro dinero a gente que nos insulta y desprecia continuamente. ¿Os imagináis el ejemplo que sería que una marca que copa el mercado desapareciese? ¿Qué dirían entonces sus políticos a los parados? ¡Independicémonos del Vichy Catalán!”.
Producción repartida
Joan Renart, en declaraciones a Crónica Global, precisa que Vichy Catalán tiene más de medio millar de empleados. “Pero al contrario de lo que dice ese mensaje no están concentrados en nuestras instalaciones de Caldes de Malavella, sino que se reparten entre los ocho centros productivos que poseemos en distintos lugares de la península Ibérica”.
Según Renart, Vichy Catalán no ha hecho nunca política, ni antes ni ahora. “Yo tengo amigos de derechas y de izquierdas, algunos que abrigan ideas independentistas y otros que no las tienen. Pero Vichy Catalán no entra la política. Nosotros nos dedicamos a hacer buenos productos para los consumidores. Los recientes lanzamientos, que no son pocos, están registrando una gran aceptación en el mercado. La mejor demostración de ello es que nuestras ventas están creciendo al ritmo de doble dígito”.
Empresas "indefensas"
Sobre la campaña de las redes sociales, Renart asevera: “Las empresas nos hallamos indefensas ante estos ataques sin firma. Habría que analizar quién está detrás de ellos y cuáles son los objetivos que persiguen”.
Vichy Catalán tiene en su cartera un repertorio de 17 marcas. El pasado año, sus ventas consolidadas subieron de 115 a 122 millones. El grupo exporta a medio centenar de países, que aportan el 5% de los ingresos.