Foment del Treball celebrará sus elecciones antes que la CEOE. Así lo habían pedido gremios, sectores y territorios asociados a la gran patronal catalana en los últimos días a través de comunicados públicos y con presión directa al presidente, Joaquín Gay de Montellà, que pretendía lo contrario. Al actual líder del empresariado tampoco le ha salido bien la jugada de disputar la presidencia de la patronal española al candidato oficialista Antonio Garamendi.
La reunión de los órganos de gobierno (comité ejecutivo y junta directiva) supuso un baño de realidad para un Gay de Montellà enfervorizado en los últimos tiempos con sus planes electorales. A diferencia de otras convocatorias, en la de ayer hubo muchas peticiones de palabra de aquellos que de una manera u otra querían dificultar que Gay de Montellà se lanzara a la batalla por la CEOE y pusiera a Foment a remolque de esa estrategia.
Proceso listo en noviembre
Además de las cuestiones formales y del laberinto normativo interno, los asistentes sólo querían un compromiso: cuando esté llegó se hizo la tranquilidad entre los presentes. Con un calendario en la mano, el secretario general, Joan Pujol, confirmó que todo el proceso podrá estar listo para elegir nuevo presidente de Foment en los primeros días de noviembre.
De manera pública, la organización volvió a matizar con su nota oficial que el adelanto tendrá lugar “en la medida que sea posible”, nada que ver con la sensación de los empresarios asistentes que narraron al final de la junta directiva cómo Gay de Montellà había tenido que recular.
Unanimidad en el avance
Para alcanzar esos acuerdos no fue necesario ni tan siquiera votar. El adelanto salió adelante por unanimidad, casi por aclamación. De hecho, entre las intervenciones que se produjeron en las reuniones sólo el locuaz hostelero Joan Gaspart y el economista Iván Galofré se pusieron de lado del presidente. El resto de intervenciones, sin excesiva tensión, querían aclarar las intenciones y forzar los compromisos de adelanto.
Uno de los que más perplejidad habían causado eran las intenciones de Gay de Montellà de aspirar a la presidencia de la CEOE en sustitución de Juan Rosell. Su candidatura era puesta en tela de juicio por una parte importante del aparato de la organización y de sus órganos de gobierno, al considerarla sólo personalista y sin interés para la entidad catalana en estos momentos. Gay consintió durante los encuentros de ayer que sólo se presentaría a presidir la patronal española si la junta directiva se lo pidiera. “Como no se lo pedirá, pues no se presentará. Fin de la cita”, zanjaba uno de los participantes consultados por este medio.
Plan electoral en manos del secretario general
La próxima reunión de los órganos de gobierno de Foment está prevista para el próximo 17 de septiembre. Ese día, Pujol informará a los presentes de cuáles son las formalidades, plazos y normas del plan electoral interno. Con el límite del 4 de diciembre como final de mandato y el compromiso de elegir a un nuevo presidente de los empresarios catalanes antes de hacerlo en España, se fijará el día para votar entre la semana del 5 al 9 de noviembre con bastante probabilidad. CEOE anunció que su proceso de elección tendría lugar entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre. Tiempo, pues, suficiente para que la delegación catalana esté constituida para garantizar una buena representación en Madrid.
Josep Sánchez Llibre, quien presentará en las próximas semanas su programa y candidatura de manera oficial, estuvo presente en las reuniones. Si finalmente ocupa la presidencia de Foment del Treball también será escogido vicepresidente de CEOE, cargo que en algún momento deseó Gay de Montellà. Ese es el pacto implícito entre el equipo saliente y los aspirantes que este lunes refrescó Juan Rosell a Gay de Montellà en un desayuno privado que mantuvieron los todavía presidentes patronales.