La portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha asegurado hoy que "nada está fijado" en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 con Unidos Podemos, salvo que no se va a subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a rentas de 60.000 euros, "porque afectaría a las clases medias".
Así lo ha señalado Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde también ha hecho hincapié en que el Gobierno y Unidos Podemos están "en un punto de tránsito" dentro de lo que es el debate para definir unas cuentas públicas para el próximo año.
En plena negociación
La ministra portavoz ha apuntado que el resto de temas a tratar con Unidos Podemos, a parte de lo mencionado respecto al IRPF, están "sujetos a la negociación propia". "Estamos al principio del camino de la negociación y ya se irá viendo", ha señalado.
Celaá ha apostillado que "toda negociación tiene un tránsito" y que por el momento "se han estado tanteando diferentes posibilidades", aunque ha afirmado que el Gobierno todavía "no tiene ningún diagnóstico" y que "trabaja con determinación". "Es un trabajo complejo, de orfebre, que se irá mejorando e irá avanzando día a día", ha añadido.
Rentas superiores a 150.000 euros
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó este jueves en el Congreso que el Gobierno está dispuesto a explorar o estudiar la posibilidad de subir los impuestos a las rentas del trabajo por encima de los 150.000 euros.
La titular de Hacienda hizo hincapié en que el Gobierno "había dejado muy clara su posición desde el primer momento de que no iba a subir los impuestos ni a la clase media ni a la clase trabajadora". Además, subrayó que las rentas superiores a 150.000 euros "evidentemente" no pertenecen ni a las clases medias ni a las clases trabajadoras.